A casi dos años de su hallazgo en el sur de la provincia de Buenos Aires, el Senado declaró de interés nacional la investigación Eslabón Perdido sobre el submarino alemán encontrado frente a las costas del Puerto Quequén, Necochea, en 2022. La Cámara Alta también lo destacó como "el descubrimiento naval más importante de la historia argentina".
El submarino data de la Segunda Guerra Mundial y fue identificado como parte de un plan de escape que habría sido ideado por Hitler. La unidad pasó desapercibida durante 77 años. El proyecto de investigación es coordinado por el periodista Abel Basti, quien explicó que el "el casco presenta signos de haber sido deliberadamente explotado".
Este dato es "una prueba irrefutable de un exitoso plan de escape ideado por el Führer antes de que terminara la guerra”, aseguró Basti. Del proyecto también participan profesionales y voluntarios de distintas disciplinas, y se dedican a localizar naufragios no registrados en el Mar Argentino y a descubrir su historia.
Submarino nazi en Argentina: ¿qué se sabe?
El submarino tiene 80 metros de eslora y no tiene antecedentes en Argentina. Su identificación fue validada por la Prefectura Naval Argentina y el Servicio de Hidrografía Naval, que incorporó el casco al Derrotero Argentino y a las cartas náuticas oficiales. El proyecto ya venía con el reconocimiento de los municipios de Necochea y Lobería.
También contó con la colaboración de la Junta Vecinal de Arenas Verdes, la Asociación Amigos del Museo y Archivo Histórico de Necochea y el Museo La Lobería Grande. La investigación combinó testimonios de pescadores y pobladores locales, archivos históricos, diarios de época y tecnología de punta, como el sonar de barrido lateral y ROV (vehículo submarino remoto), para garantizar una búsqueda no intrusiva y precisa.
Tras la aprobación del Senado, queda pendiente la confirmación del Poder Ejecutivo, lo que permitirá seguir con la investigación y la difusión internacional del hallazgo.
¿Cómo encontraron el submarino nazi en Buenos Aires?
Durante casi un año, a partir de un conjunto de datos recopilados, la hipótesis comenzó a tomar fuerza y la Prefectura Naval Argentina (PNA) decidió avanzar en su inspección. Fue el grupo multidisciplinario Eslabón Perdido quien inició la investigación tras detectar la posición de la misteriosa nave, hundida a 28 metros de profundidad y a solo cuatro kilómetros de la costa necochense al sudeste de la provincia de Buenos Aires.
Luego de determinar que no se trataba de un barco, pudieron corroborar que su hundimiento no figuraba en el servicio de Hidrografía Naval ni en alguna carta náutica. Tras varios análisis a la embarcación, llegaron a la conclusión de que los restos son compatibles con las de un submarino que podría haber formado parte de la flota alemana que combatió durante la Segunda Guerra Mundial.
La investigación se basó en documentos de la Armada Nacional que hablaban de la presencia de submarinos alemanes en aguas del Mar Argentino y "dan cuenta de las intenciones de desembarcos furtivos de los alemanes para encontrar un refugio seguro".