El 27 de septiembre de 1993, en la localidad bonaerense de Avellaneda, siete personas murieron a causa de un derrame tóxico en las cloacas. Recientemente, los jueces Carlos Vallefin y Roberto Lemos Arias firmaron la sentencia que dictamina la indemnización a los familiares de las víctimas.
En el mismo fallo, se encontró como responsables del hecho a: El Estado Nacional, la provincia de Buenos Aires, la Municipalidad de Avellaneda, Aguas Argentinas y particulares.
En ese mismo orden, la Cámara Federal de La Plata confirmó la indemnización a familiares de una de las víctimas, dando a conocer el porcentaje de responsabilidad de cada uno de los organismos.
De la sentencia se destacó que: “el 30% de la responsabilidad corresponde a la Municipalidad de Avellaneda, por haber incumplido su deber de policía al no controlar adecuadamente los locales cuya habilitación había promovido la Provincia”.
A su vez, tanto al Estado Nacional como a la provincia de Buenos Aires se les adjudicó un 15% de responsabilidad por su inacción. Mientras que a Aguas Argentinas le corresponde responder por el 5% restante, debido a que "resultaba razonable exigirle prever un sistema que alerte sobre la existencia de materiales o gases tóxicos en la red cloacal".
La justicia determinó que el ácido cianhídrico, el cual se generó en concentraciones letales, fue producto del accionar de la empresa Transporte García S.R.L y de un establecimiento dirigido por otro acusado, Manuel Sánchez, quienes vertieron las sustancias tóxicas a la red cloacal.
Los hechos del caso
El 27 de septiembre de 1993, en una vivienda ubicada en la calle 25 de Mayo 319, Manuel Guim y su esposa María Ángela llamaron desde su casa a su hijo Horacio porque se sentían mal. Fue allí cuando el hombre, preocupado por la salud de sus padres, se aproximó junto con su esposa, Rosa, para asistirlos. Ninguno esperaba que fuera allí donde comenzaría el horror.
Ante la situación, la pareja llamó al servicio de emergencias y llegaron al domicilio: La médica Viviana Otero, el enfermero Orlando Cáceres y el camillero Roberto Voytezko.
Sin embargo, todos fallecieron dentro de la casa. Sus cuerpos fueron encontrados en distintas partes como, por ejemplo, el patio interno, el living y la cocina.
La causa de muerte fue la inhalación de gases tóxicos, específicamente ácido cianhídrico, generado por sustancias vertidas en la red cloacal. El gas letal habría ingresado al inmueble a través de una rejilla de cloaca.
Debido a este caso, todos los 27 de septiembre se conmemora en la Argentina el “Día de la Conciencia Ambiental”.