La primera semana de julio el país vivió una intensa ola de frío polar que estableció marcas históricas en zonas donde no se habían registrado temperaturas tan extremas en más de tres décadas. En la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, se alcanzaron mínimos que no se veían desde 1991, manteniéndose durante varios días consecutivos un clima intenso y prolongado.
La situación obligó al Servicio Meteorológico Nacional (SMN) a emitir alertas de distintos niveles en 16 provincias, incluyendo rojas, naranjas y amarillas por riesgo sanitario.
En el norte argentino, provincias como Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Salta permanecen bajo alerta amarilla por las temperaturas bajas persistentes. Mientras tanto, en las regiones del centro y Cuyo —Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Mendoza, San Luis, San Juan y La Rioja— se mantienen advertencias más duras, con alertas naranjas y, en sectores muy puntuales, incluso rojas.
Pronóstico del tiempo: ¿se va el frío y vienen las lluvias?
El cuadro climático comenzó a modificarse con el surgimiento de una fuerte circulación de viento norte, que desplaza el aire frío polar hacia el sur y propicia el aumento gradual de las temperaturas. Además, la presencia de cielos mayormente despejados y una mayor radiación solar durante el día han favorecido esa recuperación térmica.
Se espera que este ascenso se intensifique el sábado y domingo, momento en que la ola polar ceda por completo. En particular, el norte argentino podría experimentar mínimas y máximas propias del verano ya el lunes o martes próximos, alcanzando los 30 °C, marcando un cambio térmico de gran magnitud.
El SMN anticipa que en el área metropolitana de Buenos Aires el descenso habrá concluido, con una mínima esperada de 5 °C y una máxima de 14 °C, con cielo parcialmente nublado y viento templado del norte.
¿Llueve tras la ola polar?
No obstante, la retirada del frío traerá consigo un frente inestable que podría generar lluvias aisladas durante el domingo, especialmente en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, el oeste bonaerense, el este de La Pampa y sectores del este de Río Negro. Estos episodios se espera sean leves y moderados, sin generar acumulados significativos, aunque marcarán el fin de la sequía invernal.
En contraparte, el norte argentino permanecerá con tiempo estable y ascenso térmico continuo, sin incidencias de lluvias. Hacia el inicio de la próxima semana, es probable que algunas precipitaciones puntuales afecten Córdoba y San Luis, aunque no se prevé que se desarrolle ningún fenómeno de gravedad.