El gobierno de la provincia de Buenos Aires advirtió que se empezaron a vislumbrar "alertas por una posible epidemia", luego de el gobierno de Javier Milei dejara de "aplicarlas". A través de las redes sociales, el ministro de Salud, Nicolás Kreplak, apuntó contra el gobierno libertario y denunció que "ajustó en vacunas de la fiebre amarilla dejando de aplicarlas a los que viajan a zonas de riesgo".
"Una tamaña irresponsabilidad sanitaria. Hoy, ya empezamos a ver alertas por una posible epidemia. Cuando el Estado reduce herramientas de prevención y vigilancia nos deja vulnerables", escribió el funcionario. El gobernador retuiteó el posteo y validó el mensaje.
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"Un gobierno cada vez más antivacunas, que no gestiona e improvisa", remarcaron. El posteo fue acompañado con una nota periodística que advierte que "Argentina se prepara para una posible epidemia de fiebre amarilla y hay alerta por una decisión oficial clave".
Desde el Ministerio de Salud provincial informaron a El Destape que la vacuna de la fiebre amarilla "se aplicará de manera gratuita independientemente de cuál sea el motivo de la persona para inmunizarse". Por año, se aplican "126.000 dosis" en provincia de Buenos Aires.
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Qué es la fiebre amarilla y cómo se contagia
La fiebre amarilla es una enfermedad viral grave transmitida por la picadura de ciertos mosquitos infectados. No se contagia por contacto entre personas ni por objetos. Si bien cualquier persona puede contraer la fiebre amarilla, las personas de mayor edad y los niños tienen mayor riesgo de presentar una enfermedad grave.
Aunque no tiene tratamiento específico, puede prevenirse eficazmente con una sola dosis de vacuna. Una vez contraído, el virus de la fiebre amarilla incuba en el cuerpo durante 3 a 6 días.
Muchas personas no experimentan síntomas, pero cuando estos aparecen los más comunes son:
- Fiebre alta repentina.
- Escalofríos.
- Dolor de cabeza.
- Dolores musculares.
- Náuseas y vómitos.
En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen después de 3 a 4 días. Sin embargo, un pequeño porcentaje de pacientes entra en una segunda fase más fuerte y grave en la que pueden llegar a experimentar:
- Hemorragias.
- Daño hepático.
- Falla multiorgánica.
Es clave consultar al sistema de salud ante estos síntomas y evitar la automedicación, ya que algunos antifebriles pueden agravar el cuadro.