¿Por qué olvidamos nombres?: Cuatro razones psicológicas

Olvidar nombres no es un fallo grave, sino una cuestión de cómo funciona la memoria y la carga emocional que le damos.

21 de octubre, 2025 | 14.05

Olvidar el nombre de una persona justo en el momento menos esperado es algo que le pasó a cualquiera alguna vez. Lejos de ser un error grave de la memoria, este bloqueo en la memoria tiene una explicación desde la psicología: los nombres propios se almacenan y procesan de manera distinta al resto de la información, lo que los vuelve más difíciles de recuperar.

El reconocido psicólogo del Georgia Gwinnett College David Ludden afirmó que “la memoria de los nombres funciona de manera distinta”. Por eso, incluso quienes tienen una memoria excelente pueden fallar al intentar recordar el nombre de alguien.

Las cuatro razones por las que olvidás el nombre de alguien

En un artículo publicado por la organización norteamericana Psychology Today, Ludden detalló que son cuatro las razones por las que los nombres propios son de las palabras más difíciles de memorizar para cualquier persona.

1. Los nombres son arbitrarios: A diferencia de palabras comunes que evocan un significado claro, como “manzana”, los nombres no tienen una asociación lógica. Decir “Brad” no genera una imagen o concepto específico, por lo que dificulta su recuerdo.

2. No tienen sinónimos: Cuando olvidamos una palabra común, podemos usar un sinónimo para seguir la conversación sin problema. En cambio, si olvidamos un nombre, no existe un sustituto, otra palabra que reemplace su nombre, lo que puede generar ansiedad o incomodidad social.

Podés usar técnicas simples para recordar mejor los nombres nuevos.

3. Son combinaciones complejas: Muchas personas tienen varios nombres y apellidos, lo que complica recordarlos completos. Por ejemplo, si solo recordamos “Tom” pero olvidamos “Hanks”, se pierde la claridad sobre a quién nos referimos.

4. Son palabras de “baja frecuencia”: Los estudios de psicología cognitiva señalan que los lapsus de memoria ocurren más con palabras poco usadas. Aunque los nombres se usan en la interacción social, realmente no son tan frecuentes en el lenguaje cotidiano, lo que complica aún más su retención.

Que no te de culpa, le pasa a todos

Muchas veces, olvidar un nombre genera culpa o se interpreta como falta de interés o respeto. Sin embargo, este fenómeno es parte natural del funcionamiento de la memoria humana. Los nombres pueden quedar “perdidos” temporalmente y suelen necesitar un estímulo extra para ser recuperados.

No tienen significado concreto ni sinónimos que los puedan reemplazar.

Cómo hacer para recordar un nombre

Para mejorar la capacidad de recordar nombres, los expertos recomiendan prestar atención activa, asociar el nombre a una característica de la persona o repetirlo varias veces durante la conversación. Estas estrategias ayudan a fortalecer el recuerdo y evitar esos incómodos vacíos en el momento justo.