La apertura de importaciones es una de las tantas medidas del gobierno de Javier Milei que provocaron la crisis económica que vive el país. En ese contexto, la fábrica Electrolux, que se encuentra en la ciudad de Rosario, estableció suspensiones rotativas que afectan a 400 trabajadores.
La situación de la industria metalúrgica enfrenta un panorama muy difícil y el territorio santafesino sigue la tendencia general. La multinacional de la línea blanca, con planta ubicada en Batlle y Ordóñez al 3400, atraviesa un contexto nunca antes visto. El abogado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Pablo Cerra, aseguró que, si bien no todos los trabajadores cobran menos de $700.000, como se difundió en algunos portales, "sí son sueldos de pobreza", y estimó que el salario promedio ronda los $850.000. A su vez, denunció que incluso los acuerdos paritarios "tardan meses en ser homologados por el Gobierno", lo que deteriora aún más el poder adquisitivo.
Cerra señaló que la situación "no es nueva" y que "se viene extendiendo en el tiempo", afectando a toda la línea blanca y buena parte del sector industrial. Según explicó, la caída del consumo interno y la apertura de las importaciones agravan el panorama: "Aun los productos importados no se venden. Estamos en un embudo vicioso para la actividad laboral e industrial", sostuvo. Además, detalló que el sector perdió "alrededor de 2.000 puestos de trabajo" en 2025.
El representante de la UOM remarcó además que los empleos del rubro requieren calificación y experiencia, lo que vuelve más lenta cualquier posibilidad de recuperación: "Ya vivimos esto en los 90. Cuando se destruye el empleo industrial, se pierde también la mano de obra calificada. Después cuesta años recuperarla", afirmó en diálogo con RadioInforme3. En esa línea, dijo que “es una situación casi trágica para el sector", ya que "no hay incentivo ni crédito, las tasas son impagables y el trabajador metalúrgico está en el medio, sosteniendo su puesto con sueldos que no alcanzan”.
La empresa fue fundada en 1919 en Suecia por Axel Wenner-Gren con la idea de desarrollar productos que no solo fueran funcionales, sino que elevaran la calidad de vida de las personas. Sin embargo, el gobierno de Milei y las políticas del gobernador Maximiliano Pullaro desataron un modelo que atenta contra los trabajadores.
Algodonera Avellaneda no reabre sus puertas y hay 300 empleados a la deriva: denuncian "lockout patronal"
Algodonera Avellaneda no reabrió las puertas de su planta Hilandería y Tejeduría este lunes y sus 300 empleados permanecen en alerta luego de que los directivos frenaran la producción. Las autoridades de la compañía perteneciente al grupo Vicentin, radicada en el parque industrial de Reconquista, decidieron paralizar las actividades productivas el pasado 29 de septiembre: si bien indicaron que el cierre sería solo por una semana, en la audiencia judicial que se realizó el pasado viernes, los directivos "blanquearon" ante el juez y las partes que tampoco se retomaría el trabajo en los próximos días.
La compañía atribuye la paralización a la "crisis de la empresa agravada por la condición del sector textil nacional" y al "exceso de stock" de sus clientes. El deterioro operativo es severo: según un informe del síndico, la producción se desplomó de 800 mil kilos a menos de 200 mil en el transcurso del año, trabajando a menos del 25% de su capacidad en los últimos dos meses.
El pasivo postconcursal no deja de crecer: la deuda con la Empresa Provincial de la Energía (EPE) asciende a casi $2.000 millones, sin contar los montos adeudados a otras proveedoras de energía en Chaco y Santiago del Estero. A su vez, el atraso en el pago de las indemnizaciones por despidos alcanza los $274 millones. Entre junio y julio, la compañía despidió a 41 trabajadores, mientras que en agosto echó a 30 empleados más. Según el medio InfoGremiales, la mayoría de los trabajadores de la firma santafesina tienen entre 15 y 34 años de antigüedad y estaban bajo el convenio colectivo de trabajo del gremio de Empleados Textiles, Setia.
Ante el cierre sorpresivo, la Asociación Obrera Textil (AOT), liderada por Juan Carlos Bandeo, denunció la acción patronal ante el Ministerio de Trabajo provincial como un "lockout patronal" y lo calificó de "ilegal" y "hecho de extrema gravedad". Bandeo sostuvo que la situación está "cada vez más complicada" y los delegados gremiales pidieron garantías para el pago de salarios y la continuidad de los puestos.