Una dermatóloga experta en cabello reveló un dato importante que se refuerza de cara a la temporada de primavera y verano. Se trata de la colocación o no de protector solar en el cuero cabelludo, una zona que pasa desapercibida a la hora de la aplicación que se realiza en el resto del cuerpo, pero no deja de ser relevante a la hora de pensar en la salud de la piel.
Aunque una exposición moderada al sol aporta beneficios para el cuerpo y la mente, también puede provocar daños si no se toman precauciones. La piel suele ser la principal preocupación, pero el cuero cabelludo y el propio cabello también sufren. La dermatóloga Alice Martin advirtió que, aunque el pelo no se quema como la piel, "especialmente en personas con poco pelo o con un cabello muy claro, el riesgo de quemadura en la zona del cuero cabelludo es alto".
Cómo cuidar al cuero cabelludo del sol
Martin aconseja aplicar protector solar con un factor de entre 30 y 50 sobre el cuero cabelludo expuesto, sobre todo en zonas sensibles como la raya del pelo. "Solo cuando el cuero cabelludo está sano puede crecer el cabello de manera óptima", subrayó, destacando la importancia de evitar quemaduras para mantener la salud capilar y el bienestar general.
La reacción del cabello al sol varía según su pigmentación: las melenas rubias o pelirrojas, con mayor cantidad de feomelanina, son más propensas a perder color tras una exposición prolongada, mientras que la eumelanina de los cabellos oscuros ofrece mayor resistencia. Para proteger la pigmentación natural, recomenzó el uso de productos con filtros UV como champús, acondicionadores y sprays específicos para el cabello.
Además del cambio de color, el sol puede deshidratar la fibra capilar, dejándola quebradiza, con puntas abiertas y tendencia al encrespamiento. “La radiación UV elimina la humedad natural del cabello, y esto lo debilita desde la raíz hasta las puntas”, señaló Martin. Aunque existen productos que prometen protección solar directa para el pelo, la dermatóloga es escéptica: "Creo que su capacidad real para prevenir daños es limitada".
Por eso, desaconseja aplicar cremas solares corporales sobre el cabello, ya que suelen ser demasiado densas. En su lugar, sugirió tratamientos postsolares como mascarillas hidratantes o acondicionadores intensivos, así como el uso de sombreros o pañuelos para proteger tanto el pelo como el cuero cabelludo. Estas opciones, además, pueden convertirse en un accesorio estilístico para el verano.
La forma de recoger el cabello también influye en su protección. De hecho, Birgit Huber, portavoz de la Asociación Alemana de la Industria del Cuidado Personal y Detergentes (IKW), recomenzó peinados como trenzas o moños para reducir la exposición y evitar enredos o roturas. Si no se quiere usar sombrero, un pañuelo o bandana son alternativas eficaces y estéticas. "Y, en general, cuanto más cubierto esté el cabello, mejor protegido estará", concluyó Martin.