Existe una fruta que es ideal para calmar los procesos inflamatorios del organismo, como la inflamación abdominal, y que levanta las defensas para evitar enfermarse. Es sabido que la alimentación saludable es crucial para gozar de una buena salud, y según nutricionistas, esta fruta es clave para alcanzar estos objetivos.
Se trata de los arándanos, que son ricos en antioxidantes, fundamentales para combatir la inflamación. “Los arándanos están cargados de antioxidantes como antocianinas, flavonoles, vitamina C y ácidos fenólicos”, explica la nutricionista Marissa Karp, en diálogo con Real Simple. Estas sustancias protegen a las células sanas al neutralizar los radicales libres, moléculas inestables que dañan el ADN, las proteínas y las membranas celulares, según explica la experta.
Por ende, esta fruta previene la inflamación y reduce el riesgo de enfermedades crónicas. “Los antioxidantes ayudan a detener esta reacción en cadena, reduciendo el estrés oxidativo, calmando la inflamación y manteniendo nuestras células saludables a lo largo del tiempo”, señala Karp. Y dice que “más allá de sus antioxidantes, los arándanos silvestres están llenos de nutrientes como fibra, vitaminas y minerales que ayudan a reducir la inflamación”.
Es por esto que sufrís de inflamación intestinal, esta fruta es clave. Además de ser rica en fibras, beneficiosas para la microbiota intestinal, ayudan a recuperar su equilibrio. También aportan vitamina K y manganeso, un oligoelemento. La vitamina K calma la inflamación y el manganeso apoya a las enzimas antioxidantes que la mantienen bajo control, suma la experta.
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Cómo sumar arándanos a tu alimentación
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Solos o con otras frutas, como banana, kiwi, frutillas o frutos rojos.
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En forma de licuado, con frutos rojos. Se pueden conseguir congelados fácilmente en dietéticas.
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En forma de helado casero. Para esto, tenés que licuar arándanos con yogur y llevarlo al freezer durante un par de horas.
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En un bowl de yogur, junto con granola y otras frutas.
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En panificados como pancakes, budines, tortas o galletitas. Podés utilizar harinas sin gluten, como harina de arroz, de almendras o de coco.