Esguince de tobillos: cuáles son los tipos, grados y características

Los esguince de tobillo muchas veces se minimizan. Cuáles son los diferentes grados que hay y qué tratamientos existen.

19 de mayo, 2025 | 14.12

Los esguinces son de las lesiones más frecuentes y suelen ser consideradas solo una molestia, sin llevarse a cabo el tratamiento adecuado. Cómo saber si tengo un esguince de tobillos, qué grados hay y cómo tratarlos. 

Esguince de tobillo: cómo identificarlo y qué tipos hay

El esguince es una lesión, que ocurre cuando los ligamentos que conectan los huesos en una articulación se estiran más allá de su capacidad o se rompen. Se estima que alrededor de dos millones de personas en el mundo sufren un esguince de tobillo cada año, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Esguince de tobillos: cuáles son los tipos, grados y características

En Argentina, aunque no existen cifras exactas, las consultas por esguinces ocupan un lugar importante en las guardias hospitalarias, especialmente en épocas de mayor actividad física, como el verano o durante competencias deportivas escolares.

Sin embargo, esta lesión puede ser de diferentes grados:

  1.  Leves: un estiramiento o distensión del ligamento junto con una ligera inflamación, la persona siente dolor al movimiento y a la compresión, pero habitualmente puede caminar.
  2. Segundo grado: en este caso hay un desgarro parcial del ligamento que causa dolor, inflamación visible y hematoma. La marcha a pie es dolorosa, pero puede realizarse.
  3. Tercer grado: es el más grave de todos, ya que presenta un desgarro total del ligamento, produce un dolor intenso, con inflamación y hematoma severos. Puede estar asociado a un desgarro óseo o fractura, por lo que será importante realizar pruebas de imagen como radiografías.

¿Qué tipo de tratamientos hay?

De acuerdo a Leticia Martínez Escribá, fisioterapeuta colegiada Nº 9005 de Madrid, los esguinces deben comenzarse a tratar lo antes posible. Durante las primeras 24 horas se recomienda el uso de hielo, la elevación del miembro afectado por encima de la cadera y compresión mediante un vendaje.

Lo primero que suelen hacer los especialistas es realizar técnicas manipulativas, articulatorias, drenaje y maniobras musculares y ligamentosas. "Los vendajes funcionales ayudarán a que el paciente pueda seguir realizando movimientos al mismo tiempo que se protege la articulación", señala la fisoterapeuta. 

Además, en una fase subaguda, es recomendable realizar ejercicios de fortalecimiento y propioceptivos. Aunque, si llega a producirse un desgarro total de las fibras, el tratamiento indicado sería la cirugía o inmovilización con escayola.

Quiénes son personas de riesgo y cómo prevenir un esguince

Solo haber sufrido un esguince de tobillo previamente, aumenta la probabilidad de presentar uno nuevo. Entre otros factores de riesgo se encuentran:

  • El sobrepeso,
  • Uso de calzado inadecuado
  • Caminar o correr sobre superficies inestables o irregulares 
  • La práctica de actividades deportivas con cambios de velocidad y dirección.

Entre las recomendaciones para prevenir un esguince de tobillo se encuentran intentar reducir los factores de riesgo ya mencionados y, en caso de tener que realizar algún deporte, calentar adecuadamente las articulaciones y realizar ejercicios de propiocepción o equilibrio. Si ya sufriste un esguince, la mayor forma de prevenir un nuevo es tratar la lesión correctamente con especial atención al trabajo muscular.