Cada vez más personas practican yoga alrededor del mundo como una forma complementaria de cuidar su salud. Para los principiantes, muchas veces las posturas de equilibrio cuestan más, pero son las ideales para tonificar específicamente distintos músculos corporales.
Las posturas de Bakasana, que conocemos como Grulla, y de Kakasana, que conocemos como Cuervo, suelen ser las primeras pruebas de equilibrio sobre brazos que se logran. Son posturas que le permiten a las personas sentirse fuertes y flexibles a la vez, inspirándolos a nuevos desafíos dentro de la práctica.
Qué postura es mejor: ¿Cuervo o Grulla?
Aunque el Cuervo y la Grulla son dos posturas distintas muchos las practican como variaciones la una de la otra. En la postura del cuervo, los brazos están flexionados y las rodillas descansan sobre la parte alta de los brazos.
En la postura de la grulla, los brazos están estirados y las rodillas se acercan más a las axilas.
Aunque a algunas personas les sale más fácil una de las dos, no hay una postura por sobre la otra. La mejor recomendación es probar cuál se adapta mejor a la flexibilidad de tu cuerpo y optar por ella.
Para hacer cualquiera de las dos se debe activar el abdomen, presionar bien las manos contra el piso, activar los omóplatos y juntar las piernas hacia el centro.
Los beneficios del Cuervo y la Grulla y cómo hacerlas
Como todos sabemos, el yoga en general es beneficioso para el estado físico de las personas, pero también para el estado mental. Algunos de los beneficios principales de la práctica tienen que ver con la capacidad de concentración, la respiración conciente y el conocimiento del cuerpo.
Hilando más fino, algunas de las posturas del yoga trabajan músculos específicos y ayudan a tonificar el cuerpo. En el caso del cuervo y la grulla los beneficios principales son:
- El fortalecimiento de los abdominales, los brazos y las muñecas.
- La elongación de la parte alta de la espalda y la ingle interna.
- El aumento de la confianza en uno mismo y la conexión mente-cuerpo.
Para hacer estas posturas, podés seguir el siguiente paso a paso:
- Empezá en cuclillas, con las rodillas bien separadas.
- Apoyá las manos en el piso unos 15–20 cm adelante de los pies, a la altura de los hombros.
- Subí a la punta de los pies y levantá la cadera.
- Llevá las rodillas hacia la parte superior de los brazos.
- Incliná el torso hacia adelante, dejando que los hombros se metan entre las rodillas.
- Presioná las rodillas contra los brazos. Para la postura del cuervo, apoyalas sobre los tríceps y para hacer la grulla, acercalas más a las axilas.
- Seguí llevando el pecho hacia adelante hasta que los codos queden sobre las muñecas.
- Levantá los talones hacia los glúteos. Para la grulla, estirá los brazos lo más que puedas, acercando los pies y los glúteos.
- Mantené entre 5 y 10 respiraciones, y luego bajá despacio los pies.
