La psicóloga Patricia Ramírez destacó cómo vivir en un estado de “hacer, hacer, hacer” constante no debería ser visto como símbolo de éxito, sino como una señal de alerta emocional. Estar “corriendo, ocupada, desde las seis y media de la mañana hasta las once de la noche no es normal”; por eso, recomendó incorporar descansos conscientes, delegar actividades y revisar nuestras prioridades cotidianas para preservar la salud mental y evitar el desgaste continuo.
El bienestar emocional requiere tanto atención como la física, y nuestra mente también necesita espacios de descanso. Patricia Ramírez, conocida como “Patri Psicóloga” en las redes sociales, alerta sobre una realidad que muchas personas minimizan: vivir con velocidad constante puede pasar factura. Mediante un video en TikTok, advirtió que mantenerse en actividad constante afecta no solo el cuerpo, sino también la mente.
Cómo frenar el estrés según la psicóloga Patricia Ramírez
Ramírez se refirió al síndrome de la vida acelerada justo antes de septiembre, y planteó una reflexión difícil de ignorar. “No podemos volver a repetir este año en el que hemos estado corriendo de un lado para otro... entienden que el modo hacer, hacer, hacer... es sinónimo de éxito. No, es sinónimo de ansiedad”, consideró. No se trata de elogiar la productividad, sino de reconocer cuándo se convierte en una presión constante.
Al mismo tiempo, describió el agotamiento con mucha fuerza: “Estás metida en el síndrome de la vida ocupada, agotada... con ganas de llorar, cognitivamente hecha a pedazos...", dijo. Ramírez mostró que esta forma de vida no es sostenible y va más allá del cansancio físico: se instala en la mente y socava la concentración, la energía y el ánimo diario. Por este motivo, Ramírez propone un cambio necesario: hacer pausas sin culpa. “Tienes derecho a momentos de autocuidado, tienes derecho a momentos de descanso, sin culpa todos los días", expuso. Este descanso no es privilegio, sino una herramienta clave para cuidar nuestra salud mental y no llegar exhaustos al fin de semana o a las vacaciones.
También recordó la importancia de entender los propios límites y aprender a delegar tareas. “No cabe todo lo que ustedes quieren meter en la agenda. Cuando durante todo el año se convierte en regular... estar corriendo desde las seis y media de la mañana hasta las once de la noche... eso no es normal”, sostuvo. De esta manera, sugirió que fusionar ritmo y descanso no solo es posible, sino necesario.