Chau invierno: El truco chino para mantener la casa calefaccionada sin gastar de más

El invierno en el sur de China obliga a buscar soluciones económicas para combatir el frío. Con métodos simples y efectivos, los habitantes logran mantenerse calientes sin disparar las facturas.

19 de junio, 2025 | 20.09

El invierno en el sur de China trae consigo la necesidad de encontrar alternativas económicas para combatir el frío, ya que muchas viviendas carecen de calefacción central. En lugar de depender de costosos sistemas para aclimatar el hogar, los habitantes adoptaron trucos ingeniosos que les permiten mantenerse cálidos sin disparar la factura de gas o luz.

A diferencia de las casas en Europa o América, donde calentar el hogar entero es más común, en estas regiones chinas se opta por dispositivos puntuales como mantas eléctricas y calentadores portátiles. Además, el uso de ropa interior térmica o varias capas ajustadas resulta fundamental para conservar el calor corporal y minimizar la necesidad de calefacción.

Entre las soluciones menos conocidas, se destacan los parches de polvo de hierro. Estos pequeños adhesivos se venden en tiendas y supermercados locales, y otorgan calor al entrar en contacto con el aire por medio de la oxidación del hierro. Tienen una duración de entre 8 y 12 horas y se pueden aplicar en zonas específicas del cuerpo, como la espalda o los pies. Además de combatir el frío, muchas personas los utilizan para aliviar dolores articulares o síntomas menstruales.

La combinación de estos métodos no sólo promueve el confort, sino que también resulta en un ahorro significativo en consumo energético así como de dinero ante los aumentos en los servicios. Al centrarse en mantener calientes las áreas más expuestas y el lugar donde se duerme, se evita el derroche de energía, haciendo de estas técnicas una opción sostenible y accesible para diversos presupuestos.

¿Qué otros métodos son útiles para calefaccionar el hogar sin gastar de más?

Incorporar estos trucos no es complicado, sólo es cuestión de hacerse al hábito y dejar las viejas costumbres sobre todo en momentos donde hay que cuidar el bolsillo. En lugar de confiar únicamente en la calefacción central, se puede comenzar a enfocar el calor en las partes del cuerpo más vulnerables al frío. Las mantas eléctricas son ideales para preparar la cama antes de dormir, mientras que los calentadores portátiles son útiles para momentos puntuales como al levantarse o estudiar.

Además, hacer algunos ajustes en el hogar, cómo sellar ventanas, instalar cortinas gruesas o añadir alfombras, puede ayudar a mejorar la retención de calor. La clave está en limitar la pérdida de calor y concentrarlo donde más se necesita, siguiendo así el modelo práctico y económico que aplican muchas familias en el sur de China cada invierno.

Entre las soluciones menos conocidas, se destacan los parches de polvo de hierro.