En un escenario de alta tensión para la industria de Tierra del Fuego, marcada por la baja de aranceles a la importación que aplicó el Gobierno de Javier Milei con la quita de impuestos internos, la empresa brasileña Positivo hizo un anuncio clave. La compañía, que se ubica entre las diez tecnológicas más importantes de Brasil, lanzará a fines de julio el celular con tecnología NFC más barato del país bajo su marca Quantum.
La marca Positivo no es nueva en el país y su desembarco se dio hace unos 15 años, de la mano de un “joint venture” con la firma argentina BGH. De esa unión nació una planta en Río Grande, dedicada a la fabricación de notebooks y tablets. Y en ese acuerdo, la brasileña aportó la experiencia en el sector y la relación con proveedores externos, mientras que el gigante local se encargó de la comercialización.
Con el tiempo, Positivo decidió jugar sola y expandir sus negocios en Argentina. El primer paso fue el segmento de celulares con su marca Quantum, que llegó a arañar el 6% del mercado local, un ecosistema dominado por Samsung y Motorola. En esa estrategia, en 2017, la empresa salió al mercado con el que se presentó como el celular más accesible del país: el Quantum Mini, a $1800.
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En aquel contexto, ambas empresas ya operaban bajo un esquema mixto: el modelo económico era importado, mientras que el tope de gama, el Quantum V (que costaba unos $24.000), se producía en Tierra del Fuego, en la planta de Famar Fueguina. Ahora, para este nuevo dispositivo, Positivo selló un acuerdo con la planta fueguina de Fresa, comandada por Mario Witomski.
El celular promete pantalla HD, cámaras competitivas, la siempre útil tecnología NFC y un precio que se ubicará por debajo de los $200.000. Una jugada que busca sacudir el mercado y ofrecer una alternativa económica en tiempos de bolsillos ajustados.
¿Importar o fabricar celulares en Argentina?
“Hoy, fabricar este modelo en Tierra del Fuego sigue siendo más conveniente que importarlo. Con la quita de impuestos internos, los costos mejoraron y los precios tienen que bajar en torno del 20%. Y si el precio final al consumidor se acerca más al internacional, se reduce el mercado negro: todos ganan”, explicó Ariel Elizalde, country manager de Positivo en la Argentina.
“No existe el concepto de que todo es importación o producción. Esto varía de acuerdo al producto, al rango del precio y a la estructura. Nos adaptamos a lo que sea necesario para brindar al consumidor el producto al mejor precio”, enfatizó ante La Nación y agregó: “Cuando el precio es bajo, los impuestos que son proporcionales te pegan en forma proporcional”.
“Entonces, cuando los costos fijos son altos pero los descuentos son proporcionales, el beneficio se empieza a anular y conviene traer el producto terminado. A modo estimativo, para los productos de hasta US$50 conviene la importación, mientras que para los de US$70, la producción en Tierra del Fuego”, aclaró el empresario.