Studio Ghibli le pone un freno a la inteligencia artificial

La legendaria casa de animación Studio Ghibli, junto a un conjunto de otras editoriales y productoras japonesas, ha presentado una demanda formal a OpenAI para que detenga el uso de sus contenidos protegidos con derechos de autor en el entrenamiento de sus modelos de inteligencia artificial.

05 de noviembre, 2025 | 16.14

La organización Content Overseas Distribution Association (CODA), que agrupa a más de 30 compañías japonesas incluyendo Studio Ghibli, Square Enix y Bandai Namco, entre otras, envió un escrito a OpenAI el 27 de octubre de 2025 en el que sostiene que modelos como Sora 2 están produciendo contenidos que “se asemejan muy de cerca al estilo japonés o imágenes japonesas” porque esos materiales fueron usados en el entrenamiento sin autorización.

La carta dice además que bajo la ley japonesa de derechos de autor se requiere autorización previa para utilizar obras protegidas, y que el mecanismo de “opt-out” (salirse después del uso) que propone OpenAI no se ajusta al marco legal japonés.

Entre los reclamos está que OpenAI se abstenga de seguir usando sus obras para entrenar modelos sin permiso explícito, y que responda ante sus reclamaciones de manera seria.

¿Por qué esta pelea emerge ahora?

  • Con el lanzamiento de herramientas generativas de imagen y video (como Sora 2) por parte de OpenAI y otras compañías, se han generado obras que imitan estilos reconocibles —por ejemplo, el estilo estético clásico de Studio Ghibli—, lo que despertó alarma entre creadores japoneses.

  • Japón tiene un marco legal sobre derechos de autor que difiere del de EE.UU.: en muchos casos exige autorización previa para usar obras protegidas, lo que complica la estrategia “usar primero, preguntar después” que algunas empresas tecnológicas han adoptado.

  • La creciente visibilidad de estas producciones generadas por IA coloca en cuestión los modelos de negocio, la protección de la propiedad intelectual y el rol de los creadores frente a la automatización.

¿Qué podría cambiar este reclamo?

  • Si OpenAI acepta detener el uso no autorizado de esas obras, podría establecer un precedente para que otras compañías de IA deban obtener licencias o pagos por entrenamiento basado en contenido protegido.

  • Podría impulsar una regulación más estricta en Japón y también en otros países sobre cómo las IA operan con datos que tienen derechos de autor.

  • Para creadores y artistas, podría significar una mayor protección de sus estilos, personajes e imágenes frente a la generación masiva de “arte IA”.

El reclamo de Studio Ghibli y sus pares marca un momento clave en la convergencia entre derechos de autor, creatividad y tecnología de IA. No se trata solo de “copiar un estilo”, sino de definir cómo la industria creativa protege su legado en la era digital.

Si las grandes casas japonesas logran frenar el uso indiscriminado de sus obras por parte de la IA, podríamos estar ante el inicio de una nueva fase donde tecnología y derechos de autor deban convivir con reglas más claras. Hayao Miyazaki aprueba esta moción.