Guerra Fría 2.0: Rusia desarrolla su propia internet satelital

El crecimiento de empresas como Starlink transformó al espacio en una nueva frontera para la competencia entre naciones.

01 de octubre, 2025 | 16.21

Rusia se prepara para competir con Starlink, la red satelital de Elon Musk, con el lanzamiento de su propio servicio de Internet espacial. El proyecto, impulsado por la agencia Roscosmos, busca reducir la dependencia tecnológica de Occidente y reforzar la soberanía digital del país. Según anunció Dmitry Bakanov, actual jefe de la agencia, el plan contempla desplegar una constelación de satélites en órbita baja que permitirá brindar conectividad en regiones remotas, en un movimiento que apunta directamente al liderazgo de SpaceX en el sector.

El desarrollo, bautizado Proyecto Rassvet, está en manos de la empresa Bureau 1440 y forma parte del programa espacial Esfera, que Rusia presentó en 2018 como una estrategia integral de telecomunicaciones, navegación y observación terrestre. El objetivo es desplegar 292 satélites para 2030 con una inversión estimada de 4.800 millones de dólares. Aunque la escala es mucho menor a los más de 8.000 satélites de Starlink, Moscú apuesta a la financiación estatal y a la proyección de sus propios sistemas de comunicación para reducir riesgos en un contexto de sanciones internacionales y tensiones geopolíticas.

Avances y pruebas del Proyecto Rassvet

Desde 2023, Bureau 1440 realizó lanzamientos de satélites experimentales. En 2024 logró transmitir datos mediante enlaces láser a 10 Gbps entre naves espaciales a más de 1.000 kilómetros de distancia, un hito tecnológico clave. Los prototipos actuales alcanzaron velocidades de 48 Mbps y una latencia de 42 ms, lo suficiente para videollamadas en HD y streaming en 4K. El primer lote de satélites de producción está previsto para fines de este año, con la meta de iniciar operaciones comerciales en 2027.

El anuncio no es casual: durante el conflicto en Ucrania, Starlink se consolidó como un recurso clave para las comunicaciones militares y civiles. Moscú busca evitar esa dependencia de un servicio controlado por un rival geopolítico, al tiempo que se posiciona como proveedor para otros países interesados en alternativas a las redes dominadas por Estados Unidos o China.

Puntos clave del Proyecto Rassvet

  • Inversión estimada: 4.800 millones de dólares hasta 2030.

  • Meta inicial: 292 satélites en órbita baja.

  • Servicios comerciales previstos: 2027.

  • Velocidades de prueba: 48 Mbps con latencia de 42 ms.

  • Tecnología láser intersatélite probada con éxito en 2024.

Rusia busca evitar una dependencia de un servicio controlado por un rival geopolítico

El Proyecto Esfera no solo pretende garantizar conectividad para Rusia, sino también abrir la puerta a alianzas estratégicas con países del BRICS y otras regiones del sur global. Para el Kremlin, controlar su propia red espacial significa independencia tecnológica y un paso hacia un ciberespacio multipolar. 

Si logra superar las limitaciones económicas y de producción, el plan ruso podría cambiar el tablero global del Internet satelital, marcando un nuevo capítulo en la competencia por el control de las comunicaciones en la era espacial.