Pintar de blanco los árboles: un escudo contra el sol, el frío y los insectos

Pintar de blanco los troncos de los árboles es una práctica frecuente en ciudades de todo el país y recomendada por especialistas del INTA.

11 de agosto, 2025 | 21.07

Caminar por una calle arbolada y notar que los troncos están pintados de blanco es una imagen habitual en muchas ciudades del país, pero esta práctica no responde a motivos decorativos, sino a una estrategia concreta para proteger a los árboles.

La capa blanca que se observa suele estar compuesta por una mezcla sencilla de cal hidratada y agua, que funciona como una barrera para ayudar a los árboles a resistir mejor los cambios bruscos de temperatura, prevenir plagas y combatir hongos.

Pintar de blanco los árboles: escudo contra el clima y los insectos.

Cuáles son los beneficios de pintar los troncos de los árboles

Especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) explican que la pintura blanca cumple varias funciones clave. En verano, el color blanco refleja la luz del sol, evitando el sobrecalentamiento y la consecuente grieta en la corteza causada por el calor extremo.

Además, esta capa actúa como escudo contra insectos que suelen anidar o alimentarse de los árboles, e impide la proliferación de hongos que encuentran en la corteza húmeda su ambiente ideal.

Durante el invierno, ayuda a minimizar el impacto de las bajas temperaturas, protegiendo así la salud y la vida útil de los árboles. Por estas razones, muchas municipalidades incorporan esta técnica en sus planes de mantenimiento del arbolado urbano, recomendando aplicar la pintura una o dos veces al año, al inicio del verano y del invierno, para asegurar una protección adecuada durante las épocas de mayor riesgo climático.

Al evitar que la corteza se agriete por el calor o el frío extremo, se mantiene intacta la primera barrera defensiva natural del árbol, lo que previene la entrada de bacterias y otros agentes patógenos. De esta forma, se reduce la posibilidad de enfermedades que pueden afectar no solo a ese ejemplar, sino también a otros árboles cercanos.

Otra ventaja importante de esta técnica es la prevención de daños causados por roedores y pequeños animales, que en invierno tienden a roer la corteza en busca de alimento. La pintura, al tener una textura y sabor particulares, disuade a estos animales y contribuye a preservar la integridad del árbol.

La aplicación de la pintura blanca también es una práctica que contribuye a la sostenibilidad urbana. Los árboles protegidos viven más tiempo, absorben más dióxido de carbono, generan sombra y mejoran la calidad del aire en las ciudades. En tiempos donde la lucha contra el cambio climático es clave, cuidar el arbolado urbano con métodos simples pero efectivos cobra mayor relevancia.

Por último, es importante destacar que esta técnica debe aplicarse correctamente para no dañar el árbol. La mezcla debe ser adecuada y no contener sustancias tóxicas, y su aplicación debe realizarse preferentemente durante las primeras horas del día para evitar efectos negativos por la exposición directa al sol.