Después de dos décadas de idas y vueltas, una de las obras viales más importantes del conurbano bonaerense vuelve a ponerse en marcha. La Autopista Presidente Perón, un corredor clave para unir el norte y el sur de Buenos Aires, entra en su etapa final con la intención de saldar una deuda histórica en materia de conectividad.
Pensada para mejorar los tiempos de viaje, dinamizar la producción y ordenar el tránsito entre municipios, esta autopista se convirtió en un proyecto central para el desarrollo de la región. Ahora, tras años de paralización, el Gobierno de la provincia de Buenos Aires reactivó su avance mediante la creación del Consorcio de Gestión y Desarrollo de la Autopista Presidente Perón, un organismo que tendrá a cargo la remodelación y finalización de la vía.
Cómo quedará la obra de la Autopista Presidente Perón
Aunque la obra permanece bajo jurisdicción nacional, la provincia solicitó su traspaso para completar los trabajos pendientes. Actualmente restan pavimentar unos 30 kilómetros, un atraso que generó preocupación entre los intendentes debido al deterioro de los tramos inactivos.
La Autopista Presidente Perón conectará la Ruta 7 con la Ruta 2, atravesando 12 municipios y beneficiando a más de 12 millones de habitantes. Tendrá 83 kilómetros de extensión, desde el Acceso Oeste en Ituzaingó hasta la Autovía RP2 en La Plata, e incorporará infraestructura moderna: dos carriles por sentido, colectoras, distribuidores, pasos a nivel, iluminación LED y señalización inteligente.
Este corredor estratégico impactará directamente sobre las localidades de San Isidro, General San Martín, Tres de Febrero, Hurlingham, Ituzaingó, Merlo, La Matanza, Ezeiza, San Vicente, Presidente Perón, Florencio Varela y Berazategui.
Con la etapa final ya en marcha, la Autopista Presidente Perón vuelve a perfilarse como un motor de integración para todo el conurbano, una obra que promete transformar la movilidad y acompañar el crecimiento urbano.
