Sale $800 mil y es fácil de instalar: la nueva tendencia para tener una casa propia

Esta opción es una tendencia que cada vez crece más para quienes buscan una casa propia, ya que está a bajo costo y es fácil de instalar.

12 de agosto, 2025 | 19.32

El deseo de tener una casa propia es común entre la generación de jóvenes, pero cada vez más difícil debido a la situación económica. Sin embargo, ahora hay una nueva tendencia que no es ni las casa prefabricadas ni aquellas hechas con containers que son ideales para quienes proyectan tener una viviendo propia.

Precisamente, se trata del fenómeno de las Tiny Houses, viviendas compactas, eficientes y modulares, llegó fuerte al mercado argentino. Entre las ofertas disponibles, destaca un modelo base recientemente publicado en Mercado Libre por $880.000, que ya viene lista para instalarse en tu propio terreno.

Esta propuesta incluye estructura de madera, aislación térmica, revestimientos internos y externos, y aberturas de aluminio, todo diseñado desde cero y pensado para ofrecer funcionalidad y confort en espacios reducidos. A diferencia de las casas contenedor o prefabricadas, la Tiny House se construye íntegramente con paneles y sistemas modernos, optimizando la movilidad y el uso eficiente del espacio. 

Además del modelo más accesible, también están disponibles opciones más equipadas por hasta $5.8 millones, con cocina integrada, baño completo, muebles a medida, climatización y hasta paneles solares o sistemas sustentables. El precio final depende de los materiales, nivel de terminación, transporte e instalación.

Cuánto tiempo lleva instalar una tiny house y cómo se hace

Una de las grandes ventajas de esta tiny house es que se entrega prácticamente lista para habitar, reduciendo los tiempos de espera al mínimo. Gracias a su diseño modular y a la utilización de materiales livianos pero resistentes, el montaje en el lugar definitivo puede completarse en menos de 24 horas. El proceso consiste en ensamblar los módulos prefabricados y realizar las conexiones de servicios básicos, agua, electricidad y desagües, lo que evita las demoras y el ruido propios de una obra tradicional.

En cuanto a la base, no se requiere una estructura compleja: basta con un terreno nivelado y, en la mayoría de los casos, apoyos o pilotes simples que garanticen estabilidad y aislamiento del suelo. Esto no solo agiliza la instalación, sino que también facilita un eventual traslado o reubicación de la vivienda en el futuro.