Un grupo de científicos argentinos del Conicet y la Unne encontraron un extraño tipo de oso. Es el primero de su especie registrado en el país, sin precedentes en la Argentina. Este ejemplar fue hallado por un habitante de la localidad de Mburucuyá, provincia de Corrientes, y es apenas el cuarto caso conocido en Sudamérica.
Se trata del primer Oso Melero (Tamandua tetradactyla) con albinismo. El hombre que lo encontró logró grabarlo mientras se desplazaba cerca de un lago en noviembre de 2024 y contactó a un trabajador del Parque Nacional Mburucuyá.
Finalmente, el caso llegó a especialistas del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (Cecoal-Conicet) y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura (Facena-Unne). Esta investigación tuvo una gran relevancia para la comunidad científica y fue publicado recientemente en la revista científica Mammalogy Notes, constituyéndose como el primer registro de un Oso Melero albino en Argentina y el cuarto de Sudamérica.
Oso Melero con albinismo: la particularidad del pelaje de este animal
El Oso Melero, también llamado Tamanduá, es un mamífero insectívoro de tamaño mediano que habita en 14 provincias de la Argentina. En el país, esta especie se encuentra clasificada como “Casi Amenazada” (NT) debido a la baja densidad de sus poblaciones y a la pérdida progresiva de su hábitat natural.
La particularidad de este animal está también en su color, ya que tiene un pelaje de tonos muy claros y con ausencia de pigmentos. La doctora Verónica Romero, investigadora del Conicet y líder de este estudio, fue quien identificó la especie y confirmó su anomalía de sus colores.
"Este tipo de registros enriquece nuestro conocimiento sobre la biodiversidad y muestra cómo la comunidad puede contribuir al monitoreo ambiental", manifestó Romero, señalando la importancia de que los ciudadanos participen en el registro de este tipo de hallazgos.
Según los especialistas, este hallazgo brinda nueva información sobre la variabilidad genética de la especie, aunque también plantea interrogantes acerca del impacto del albinismo en su supervivencia. Los ejemplares albinos, al no poseer pigmentos que los protejan, suelen ser más susceptibles a los depredadores y a las condiciones ambientales extremas.
“Cada registro de este tipo nos ayuda a comprender con mayor profundidad la complejidad genética y ecológica de nuestras especies nativas”, señaló Romero. Por todos estos motivos, el descubrimiento del primer Oso Melero albino en Argentina enfatiza la importancia del trabajo entre investigadores y comunidades locales para la conservación de la biodiversidad en el país.