De acuerdo a la Federación de Ataxias de España (FEDAES), 1 de cada 50.000 habitantes en el mundo vive con ataxia, una enfermedad neurológica extraña que afecta directamente la movilidad de los brazos y las piernas, además de la coordinación de los movimientos. También puede alterar la marcha, la visión y el habla. En Argentina, este trastorno es sufrido por, al menos, 16.000 pacientes.
La neuróloga Daniela Sosa (MP 337838 / MN 151795), de DIM Centros de Salud, sostiene que los síntomas de la ataxia son muy diferentes en cada persona. En este sentido, indica que es fundamental el diagnóstico "precoz y un tratamiento personalizado que incluya rehabilitación neurológica".
Qué es la Ataxia y qué partes del cuerpo son más afectadas
Si bien se trata de una enfermedad poco conocida, 10 personas por cada 100.000 habitantes pueden llegar a tener esta enfermedad que ataca principalmente la coordinación muscular. De hecho, existe un tipo de ataxia llamada de "Friedreich" que es hereditaria y que afecta a una de cada 22.000 a 50.000 personas.
En referencia a este tipo de ataxia, la Universidad de Oklahoma descubrió que puede haber variaciones genéticas incluso más complejas. Esto ha permitido pensar en distintos tratamientos preventivos para evitar que la ataxia se desarrolle más en el organismo.
Cuáles son los principales síntomas
Los síntomas de la ataxia varían según el paciente, pero las señales más comunes que puede llegar a dar esta enfermedad son:
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Inestabilidad al caminar, al moverse o para mantener el equilibrio
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Alteración del habla
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Problemas visuales
- Dificultad para realizar movimientos de piernas o brazos con precisión
Tratamiento para la ataxia
Los médicos pueden recomendar tratamientos acordes a cada paciente, pero, en general, éstos pueden constar de medicamentos y de fisioterapia para mejorar la coordinación de los movimientos y disminuir aquellos involuntarios.
Sosa señala que la prevención es clave, puesto que más allá de que un gran porcentaje de la ataxia es hereditaria, existen otras causas que pueden provocarla. "Puede aparecer por deficiencias nutricionales, alcoholismo, ACV o enfermedades endocrinas. Por eso, la consulta neurológica temprana es fundamental ante cualquier síntoma de inestabilidad o incoordinación", finaliza.