Los chimangos lograron invadir en 20 años la ciudad bonaerense de Mar del Plata. Si bien antes era extraño cruzarse con esta especie, hoy se pueden encontrar entre 62-63 aves por kilómetro cuadrado. Los especialistas lo definen como "un crecimiento increíble".
Por qué cada vez hay más chimangos en Mar del Plata
También llamados "cuervos sudamericanos", el chimango es una especie pequeña que hoy convive con los vecinos de la ciudad balnearia. La doctora en Biología e integrante del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC) del Conicet, Laura Biondi, especificó sobre el incremento de la especie: “En 2004 prácticamente no había chimangos en el centro de la ciudad. Hoy estimamos unas 62 a 63 aves por kilómetro cuadrado, solo en el casco urbano”.
Hoy, las aves ya tienen nidos en árboles, postes de luz, techos de casas o sobre aires acondicionados. Incluso, interactúan con las personas que los alimentan o los cuidan cuando ven un ejemplar lastimado. Antes solían habitar los pastizales naturales de la región, pero la transformación del paisaje hicieron que se adaptara a nuevos entornos. “Es un crecimiento, pero también un cambio de percepción de la gente hacia este tipo de ave silvestre”, detalló la especialista en declaraciones a Radio Brisas.
Desde IIMyC señalan que el aumento se debe a la destrucción o empobrecimiento de los ambientes naturales y la reducción de presas de calidad. "Aunque todavía no hay datos concretos, hay una mezcla de individuos que nacieron en Mar del Plata y en zonas rurales, y que se dispersan de juveniles. Estos últimos, por el desarrollo del periurbano, tienen todas las condiciones para poder ‘dar un paso más’ e ir a la ciudad”.
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En ese sentido, la experta explicó que las ciudades tienen una oferta gigante de alimento. "Esto se debe no solo a las palomas y a otras aves en abundancia, sino también a nuestra propia basura o restos que dejamos. Justamente, gracias a su dieta tan variada, supieron aprovechar este recurso”, explicó Biondi.
“También influyen otras condiciones favorables que tiene la ciudad, como una mayor diversidad de refugios y la falta de grandes predadores, sin contar la diferencia climática entre la ciudad y el campo”, especificó. En sí, no se conoce el momento específico en el que se incrementó la cantidad de aves. "Mucha gente empezó a notar el cambio hace diez años; otros, mucho antes o mucho después”, detalló respecto a la encuesta que le hicieron a habitantes marplatenses.
Qué otras especies crecieron en las zonas urbanas y cuáles son sus beneficios
El chimango no es el único ejemplar que creció. Además, se observa un aumento de caranchos y gavilanes mixtos, debido a que las palomas y cotorras son su fuente de alimento.“El carancho es un oportunista que también come carroña. El gavilán mixto, en cambio, es un cazador puro: se alimenta de aves y pequeños mamíferos, sobre todo palomas”, explicó la especialista del Conicet.
Al respecto, Biondi señaló que los chimangos y los caranchos cumplen una función esencial en el ecosistema, ya que son reguladores de especies abundantes y plagas, como las palomas, ratones y roedores en general. Además, al comer carroña, tienen una función muy importante en la limpieza y se evita la propagación de enfermedades.
