El mundo se enfrenta a un panorama futuro de crisis energética y los países ya iniciaron la búsqueda e investigación de alternativas limpias y eficientes de combustibles fósiles. En esta carrera contrareloj Argentina sale beneficiada por la explotación de energía amarilla, un término que puede sonar a novedoso pero es una forma de llamar a la energía nuclear.
La energía amarilla recibe ese nombre dado a su concentrado de uranio que, tras un proceso químico, adquiere un color amarillo mostaza característico. Este material es esencial para la obtención de combustible nuclear. Para llegar hasta el uranio, el mineral debe extraerse de la tierra y pasar por procesos industriales que lo separan del resto de los materiales presentes en la roca.
En Argentina hay reservas de uranio en distintas provincias. Además, en 2025 se confirmó el hallazgo de un nuevo yacimiento de uranio en Argentina, lo que reabrió debates sobre esta forma de energía y su uso de cara al futuro. Según los especialistas, la energía nuclear podría ser fundamental durante las próximas décadas.
Por qué es importante que Argentina tenga reservas de energía nuclear
Que Argentina tenga reservas de energía amarilla no solo asegura independencia energética frente a importaciones, sino que también abre la puerta a que el país se convierta en un exportador importante en el mundo. El calentamiento global está obligando al mundo a virar hacia modelos energéticos más sustentables y Argentina podría tener un rol clave en este cambio.