Uno de los objetos que forma parte de la cultura argentina y que se encuentra presente al momento de comer una pizza es el "cosito" que se suele colocar adentro de la caja que luego el delivery se encargará de entregar. Un pequeño soporte de plástico que permite conservar la comida y del que muchos desconocen a su inventor, además del nombre que le colocaron cuando fue registrado.
Dependiendo de la pizzería, el objeto puede tener diversas formas. En algunos casos se trata de un triángulo con patas en cada uno de sus ángulos, pero en otros es un cuadrado, un círculo o alguna otra forma más original. Lo más importante es que se pueda colocar en la masa sin que la dañe y le permita sostener la tapa y que la misma no quede cubierta de queso.
"En La Paternal, el 'cosito' de la pizza viene así", expresó Paternat, como figura su usuario de X (ex Twitter). Esto es producto de que se trata de un pequeño objeto que se encuentra decorado con un meme de Homero Simpson. No es habitual ver estos diseños, debido a que se suelen utilizar formas geométricas porque se trata de un objeto que es rápidamente descartado una vez que se recibe la comida en el hogar.
El creador del "cosito" es argentino y se llama Claudio Daniel Troglia, que lo registró un 28 de febrero de 1974 para poder fabricarlo de manera industrial. El verdadero nombre de este pequeño objeto es "Separador entre la pizza y el envase", que más adelante fue abreviado como "SEPI". Aunque también hay personas que lo bautizaron como guardapizza. No obstante, hay un detalle dentro de esta historia.
La primera patente otorgada de este objeto de plástico se encuentra registrada en Estados Unidos y fue en 1983. La misma es producto de una serie de trámites que Carmela Vitale llevó a cabo, y que decidió bautizar al soporte como "Package Saver", pero el uso popular generó que su nombre se cambie al de "Pizza Saver". Tras dos años de estudios, la licencia fue entregada en febrero de 1985, sin embargo venció en 1993.
¿Por qué no se recomienda recalentar pizza en el microondas?
No hay nada más rico que comer pizza fría y también están aquellas personas que deciden recalentarlas para disfrutar nuevamente de su sabor. Hay diferentes maneras de darle calor pero no se recomienda que las porciones sean colocadas dentro del microondas si se quiere obtener un resultado óptimo, además de mantener la calidad del producto.
La forma en que este electrodoméstico calienta a la comida genera que el queso de la pizza se derrita de gran manera pero que haya un efecto negativo en lo que respecta a la masa. Si bien la misma se encontrará caliente, contará con una textura gomosa. Algo que impide disfrutar y elimina lo crocante del alimento. Lo ideal es que las porciones se recalienten en un horno o colocarlas en un sartén a fuego medio y vigilar que la muzzarella no quede tan derretida.