El Día Mundial de la Papa Frita se celebra cada año con propuestas especiales que ponen a este clásico acompañamiento en el centro de la mesa. En Buenos Aires, distintos restaurantes diseñaron menús completos por $27.500 por persona que incluyen entrada, plato principal, postre y bebida, destacando preparaciones donde las papas fritas son protagonistas.
Mago: parrilla de mercado en Belgrano
En Mago, la tradición parrillera se combina con innovación. Sus papas fritas se preparan en bastones bajo un proceso de triple cocción que asegura un exterior crujiente y un interior suave. El toque distintivo está en los condimentos: provenzal o un polvo de morrón y jamón crudo de elaboración propia, tratado con horneado, ahumado y molienda fina. La experiencia gastronómica se completa con una cava diseñada por la sommelier Marcela Rienzo, con etiquetas de 18 regiones vitivinícolas del país.
Puchero en Villa Luro
En Puchero, las papas fritas tienen un rol central en la carta, tanto como guarnición como plato independiente. El chef Santiago Méndez aplica un método de triple cocción: blanqueo en agua, fritura a baja temperatura y un golpe final en aceite más caliente. El resultado es una textura crujiente por fuera y cremosa por dentro. Además de las clásicas milanesas -incluidas las XL-, el lugar ofrece guisos, pastas, carnes y meriendas en un espacio con terraza techada, deck calefaccionado y una cava oculta para eventos.
Bilbao en Palermo
Bilbao celebra el Día Mundial de la papa frita con dos versiones irresistibles de papas bravas. La opción clásica llega en cubos, bañados en salsa casera con pisto de tomate, jalapeño, cilantro y lima. La alternativa Bilbao suma alioli suave y jamón ibérico tostado sobre cuñas doradas y crocantes. La propuesta se completa con vermut con sifón o cerveza tirada, en un ambiente que fusiona el espíritu español con el porteño.
Todo brasas en Villa Devoto
En Todo Brasas, las papas fritas acompañan cortes de carne a la parrilla con un estilo rústico: bastones de papa blanca con cáscara, sometidos a refrigeración previa y doble fritura. La versión clásica se ofrece con sal, mientras que la provenzal se realza con ajo y perejil fresco. La técnica permite obtener un equilibrio entre interior tierno y exterior dorado, ideal para complementar las “jaulas de carnes” que distinguen al lugar.
Desarmadero en Palermo
Desarmadero Bar y Desarmadero Session destacan por sus más de 40 variedades de cerveza artesanal en rotación. Entre los platos más pedidos aparecen las papas rotas, sometidas a triple cocción: hervidas, horneadas y finalmente fritas. Se sirven con alioli, provenzal o en versión completa con cheddar, panceta y verdeo. Estas papas fritas son la combinación ideal para quienes buscan maridar comida casera con cerveza de calidad.
Ostende en Colegiales
En Ostende, bodegón con impronta tradicional, las papas fritas son parte esencial de la propuesta. Elaboradas con aceite alto oleico, se presentan en diversas variantes: clásicas a caballo con huevos fritos, a la provenzal o en formato rejilla para acompañar carnes como las mollejas al verdeo. La carta incluye platos como la suprema a la fugazzeta, siempre en un entorno que rescata el espíritu del bodegón porteño.