Un hallazgo en Egipto reaviva la gran pregunta: ¿existió Moisés?

Una polémica reinterpretación de inscripciones halladas en Egipto sugiere menciones a Moisés y reaviva el debate sobre su existencia histórica.

02 de octubre, 2025 | 19.48

La figura de Moisés ocupa un lugar central en la tradición tanto judía como cristiana: según la Biblia hebrea, liberó a los israelitas de la esclavitud en Egipto, los condujo por el desierto y recibió los Diez Mandamientos en el Sinaí. Sin embargo, para los historiadores, su existencia siempre fue un enigma. Aunque su peso religioso es indiscutible, las pruebas arqueológicas que respalden su historicidad han sido escasas.

Ahora, un nuevo hallazgo en Egipto vuelve a poner el debate sobre la mesa: una reinterpretación de antiguas inscripciones en la península del Sinaí afirma contener menciones directas a Moisés. Las supuestas pruebas se encuentran en Serabit el-Khadim, una mina de turquesa situada en el Sinaí, excavada a principios del siglo XX por el arqueólogo Sir William Flinders Petrie. Allí se descubrió un conjunto de inscripciones protosinaíticas, un sistema de escritura alfabética de la Edad del Bronce Medio, talladas por trabajadores durante el reinado del faraón Amenemhat III, alrededor del 1800 a. C.

Algunas de estas inscripciones incluyen referencias religiosas a “El” (uno de los nombres de Dios en la Biblia hebrea) y a la diosa semítica Ba’alat, a veces tachada, lo que sugiere tensiones sobre qué deidad adorar. El rabino jubilado y estudiante de posgrado Michael S. Bar-Ron analizó en detalle dos inscripciones (la 357 y la 361) usando imágenes de alta resolución y escaneos 3D. Según su lectura, estas expresiones significarían: “zot mi’Moshe” (“Este es Moisés”), “ne’um Moshe” (“Un dicho/declaración de Moisés”).

Bar-Ron va más lejos: sostiene que muchas de las inscripciones podrían provenir de un único autor familiarizado con los jeroglíficos egipcios, y plantea la hipótesis de que ese autor haya sido el propio Moisés. De ser cierto, se trataría del único testimonio escrito conservado de una de las figuras más influyentes de la historia religiosa.

Las críticas y debate que generó el hallazgo en Egipto

La interpretación generó entusiasmo mediático, pero también fuertes críticas académicas. El egiptólogo Thomas Schneider, de la Universidad de Columbia Británica, la calificó de “infundada y engañosa”, advirtiendo que la lectura de estas inscripciones es extremadamente compleja y que “la identificación arbitraria de letras puede distorsionar la historia antigua”.

Otros expertos, como Liane Feldman de la Universidad de Princeton, señalaron que incluso si la lectura fuera correcta, “Moisés” podría haber sido un nombre común en Egipto, lo que debilita la posibilidad de vincularlo directamente con el personaje bíblico. Documentos del Imperio Nuevo ya registran a individuos llamados Mose, incluso en casos legales de herencias.

Se realizó una reinterpretación de antiguas inscripciones en la península del Sinaí y se cree que podría contener menciones directas a Moisés.

Por ahora, la hipótesis de Bar-Ron está lejos de ser aceptada por la comunidad científica. Pero el hallazgo vuelve a encender un debate tan antiguo como fascinante: ¿fue Moisés un personaje histórico o una figura mítica moldeada por la tradición religiosa?. Aunque la respuesta definitiva sigue sin aparecer.