Los perros son de las mascotas más elegidas por las familias de todo el mundo. Y aunque si bien sus cuidados suelen ser sencillos, hay una raza en específico con la que hay que tener cuidado ya que son más tendenciosos a sufrir de sobrepeso lo que deriva en graves problemas de salud.
Un reciente estudio de la Universidad de Cambridge reveló que aproximadamente el 25% de los Labradores Retrievers y casi el 66% de los labradores de pelo lacio portan una mutación genética en el gen POMC, responsable de regular el apetito y el gasto energético. Esta alteración los hace sentir hambre constante y quemar un 25% menos de calorías en reposo, lo que explica su fuerte tendencia a ganar peso sin importar cuán activo sea el dueño.
La variante genética actúa como un botón de “hambre perpetua”: incluso después de comer, estos perros siguen motivados a buscar comida. Además, este mismo rasgo aumenta su efectividad durante el adiestramiento, ya que los Labradores son altamente receptivos a las recompensas de comida.
Sin embargo, la predisposición genética no es inmutable. Los investigadores destacan que un enfoque responsable de cuidado, como controlar la dieta, distribuir las porciones durante el día, utilizar dispensadores tipo puzzle y promover la actividad física, puede mantener a estos perros en forma, aunque represente un desafío mayor que con otras razas.
Cuáles son los peligros de que mi perro sufra sobrepeso
La obesidad en perros no es un simple problema estético: puede derivar en enfermedades graves como diabetes, problemas cardíacos, dolor en las articulaciones cerca de la vejez y una menor expectativa de vida. Por eso, la prevención es clave.
En ese marco, los veterinarios incentivan a un control anual para poder determinar el estado físico del perro a través de un examen sencillo que consiste en palpar la columna y las costillas para saber cuánta grasa hay acumulada en la zona.