Chau flores marchitas: el truco para mantenerlas vivas en floreros por más tiempo

Conservar flores frescas en un trabajo bastante arduo, ya que suelen marchitarse con rapidez. Sin embargo, hay un tip para conservarlas en floreros por más tiempo.

22 de julio, 2025 | 17.37

Tener flores frescas en casa no solo alegra cualquier ambiente, también aporta color, aroma y un toque natural que transforma la decoración. Sin embargo, uno de los mayores desafíos es lograr que duren más de unos pocos días sin marchitarse. Pero para que esto deje de ser un problema, hay un truco casero y sorprendentemente efectivo se volvió viral en redes sociales.

El truco consiste en colocar una moneda dentro del florero. Aunque parezca extraño, este método tiene fundamento. Las monedas, especialmente las más antiguas, que contienen cobre, tienen propiedades antimicrobianas. Al sumergir una en el agua del florero, se inhibe el crecimiento de bacterias y hongos que suelen acumularse y acelerar la descomposición del tallo. Como resultado, las flores se mantienen frescas por más tiempo y el agua conserva mejor aspecto y olor.

Este método no reemplaza otros cuidados básicos, como mantener las flores alejadas del sol directo, evitar cambios bruscos de temperatura y retirar las hojas sumergidas en el agua. Pero con la ayuda de la moneda, podés extender su vida útil varios días más y disfrutar de su frescura por más tiempo.

Simple, accesible y sin productos químicos, este truco casero es una de esas pequeñas soluciones que marcan la diferencia. Ideal para quienes aman tener flores frescas siempre a la vista, sin tener que renovarlas constantemente.

Cómo aplicar el truco paso a paso:

  1. Elegí una moneda de cobre o alguna que contenga este metal en su aleación (en Argentina, las de 5 o 10 centavos antiguas suelen funcionar).

  2. Llená el florero con agua limpia y fresca.

  3. Agregá la moneda directamente al agua, antes de colocar las flores.

  4. Cortá los tallos en diagonal antes de introducirlos, para que absorban mejor el agua.

  5. Cambiá el agua cada dos o tres días, enjuagando también la moneda para que siga cumpliendo su función.