A mediados de noviembre pasado, en un incidente que dejó a todos con los ojos bien abiertos, unos encapuchados lograron ingresar al Castillo de Windsor mientras la familia real británica dormía plácidamente. Afortunadamente, el altercado no fue más allá de la intrusión, pero volvió a poner sobre la mesa la preocupante falta de seguridad que rodea a los miembros de la realeza.
Según el medio The Mirror, las cifras reportadas por la policía muestran un alarmante aumento en el número de acosadores potenciales en los últimos tres años, llegando a la sorprendente cifra de 500. Además, se identificaron 35 individuos de "alto riesgo", según el Centro de Evaluación de Amenazas de la Policía Metropolitana.
Dai Davies, exjefe del comando de protección real, señaló en una entrevista que siempre habrá personas perturbadas que deseen hacer daño a la familia real. Es responsabilidad de las fuerzas de seguridad determinar cuáles de estos individuos tienen el potencial y la determinación suficiente para llevar a cabo cualquier plan amenazante. Se estima que actualmente se monitorean entre 50 y 100 personas, consideradas peligrosas para los Windsor.
El perfil de estos acosadores suele estar vinculado a problemas de salud mental, siendo algunos de ellos desconocidos para la mayoría. Sin embargo, lo que tienen en común es su obsesión con algún miembro de la realeza, llegando incluso a plasmarlo por escrito, revelando su identidad y dirección. Davies advirtió que los riesgos identificados son solo aquellos que fueron conocidos por las autoridades, pero podría haber muchos más acechando en las sombras, ya que es imposible tener registrado a todos los posibles actores.
Existen casos recientes muy resonantes que demuestran la vulnerabilidad de la seguridad de la familia real. En Navidad de 2021, por ejemplo, un hombre armado con una ballesta fue detenido después de escalar uno de los muros del Castillo de Windsor. Aunque no logró entrar a ninguna de las dependencias reales, Jaswant Singh Chail, de 23 años y oriundo de Southampton, fue condenado a nueve años de prisión por intentar atacar a la recordada Isabel II.
Otro incidente que llamó la atención ocurrió unos meses antes, en abril de 2021, cuando por error los vigilantes dejaron entrar a una mujer desconocida que afirmaba ser "la prometida del príncipe Andrés". La intrusa, española y alrededor de los 40 años, logró acceder a los terrenos de la Royal Lodge, donde reside el hermano de Carlos III. Posteriormente, se supo que la mujer llevaba en su bolso varios mapas de la zona y un mosquetón.
Qué pasará con Camila tras la muerte del rey Carlos III de Reino Unido
Camilla Rosemary Shand, considerada el primer amor de Carlos III, fue aceptada en el corazón de muchos de sus compatriotas desde su matrimonio, en 2005, y coronación en el 2023. Actualmente, ostenta el título de reina y, en caso de la muerte de su esposo, se la conocerá como reina viuda. Sin embargo, no se le otorgará el título de reina madre, ya que no es la madre del próximo monarca, sino su madrastra.
Será Guillermo V quien decida cuál será el rol y la residencia oficial de Camila. Aunque existen rumores de que Carlos III desea asegurarle un lugar en la polémica propiedad de Royal Lodge, ubicada en la finca de Windsor. Esta mansión ha sido motivo de disputa entre los hermanos, ya que el príncipe Andrés se niega a abandonarla.
El nuevo monarca también será responsable de redistribuir títulos, patrocinios y remuneraciones a su madrastra. Sin lugar a dudas, Camila seguirá siendo importante para la institución monárquica, especialmente después de su papel fundamental durante los años de salud debilitada de la familia real en 2024.
Aunque es imposible prever por completo la vida que llevaría la reina viuda Camila si su esposo falleciera antes que ella, es probable que continúe desempeñando sus funciones benéficas en temas de alfabetización y violencia doméstica. Además, podría convertirse en jefa honoraria de varios regimientos militares, siempre con la aprobación del nuevo rey.