Profiteroles sin gluten: receta fácil con maicena para masa esponjosa

Aprendé a hacer profiteroles sin gluten con maicena. Masa esponjosa y hueca, ideal para rellenar con crema, dulce de leche o chocolate

23 de octubre, 2025 | 14.07

Los profiteroles son uno de los clásicos de la pastelería que muchas personas con celiaquía o sensibilidad al gluten creían perdidos. Sin embargo, esta versión sin gluten demuestra que es posible disfrutar de estos deliciosos bocados con una textura perfecta: crujientes por fuera, huecos por dentro e ideales para rellenar con tus cremas favoritas. 

El secreto de la masa sin gluten

La masa para profiteroles, conocida técnicamente como "pasta choux", requiere de la formación de una estructura que atrape el vapor durante el horneado para crear esa cavidad interior característica. Con la maicena conseguimos precisamente esto: una masa que se infla perfectamente gracias a su capacidad de absorber líquidos y formar una estructura ligera pero resistente. El resultado son profiteroles con la textura auténtica, pero completamente aptos para celíacos.

Ingredientes para aproximadamente 24 profiteroles

  • 120 ml de agua

  • 125 ml de leche (puede ser vegetal)

  • 100 g de mantequilla sin sal

  • 1 cucharadita de sal

  • 1 pellizco de azúcar

  • 160 g de maicena

  • 6 huevos medianos a temperatura ambiente

Preparación paso a paso

1. Calentar los líquidos:
En una cazuela antiadherente, colocá el agua, la leche, la mantequilla, la sal y el pellizco de azúcar. Llevalo a fuego medio-bajo, revolviendo ocasionalmente hasta que la manteca se derrita completamente y la mezcla comience a hervir suavemente.

2. Incorporar la maicena:
Retirá la cazuela del fuego y agregá los 160 g de maicena de una sola vez. Es importante hacerlo rápidamente para que se integre de manera uniforme. Usá una batidora de varillas para mezclar energéticamente hasta obtener una masa homogénea que se desprenda de las paredes de la cazuela.

3. Enfriar la masa:
Trasladá la masa a un bol más amplio y dejá que se entibie durante 4-5 minutos. Este paso es crucial porque si agregás los huevos con la masa muy caliente, podrían cocinarse. La masa debe estar tibia pero no caliente al tacto.

4. Incorporar los huevos:
Batí ligeramente los huevos en un bowl aparte. Incorporalos a la masa de maicena en 4 o 5 partes, batiendo bien después de cada adición hasta que el huevo se integre completamente. La masa estará lista cuando al levantar la espátula o las varillas, esta caiga formando un triángulo que se sostenga unos segundos.

5. Dar forma y hornear:
Precalentá el horno a 200°C. Colocá la masa en una manga pastelera con boquilla lisa o, si no tenés, en una bolsa de plástico resistente a la que le harás un corte en una esquina. Formá bolitas del tamaño de una nuez sobre una bandeja forrada con papel de horno, dejando espacio entre ellas porque crecerán. Horneá durante 20-25 minutos hasta que estén dorados y firmes.

Incorporás la maicena de golpe y batís hasta que no tenga grumos.

6. Enfriar y rellenar:
Una vez fuera del horno, hacé un pequeño corte en la base de cada profiterol para que liberen el vapor y no se ablanden. Dejalos enfriar completamente sobre una rejilla antes de rellenarlos.

Consejos para el éxito asegurado

  • No abras el horno: Durante los primeros 15 minutos de horneado, evitá abrir la puerta del horno para que los profiteroles no se bajen.

  • Masa a temperatura: Los huevos y la mantequilla deben estar a temperatura ambiente para una mejor integración.

  • Consistencia perfecta: La masa debe ser suave pero lo suficientemente firme como para mantener la forma al emplatar.

Ideas para rellenos y presentación

La versatilidad de los profiteroles es infinita. Podés rellenarlos con:

  • Crema chantillí (nata montada azucarada)

  • Crema pastelera clásica o de chocolate

  • Dulce de leche repostero

  • Mousse de frutos rojos

  • Helado de vainilla o chocolate

Para la cobertura, el clásico baño de chocolate semiamargo fundido es imbatible, pero también podés espolvorear con azúcar glas, cocoa en polvo o incluso caramelizarlos ligeramente con un soplete de cocina.