En Argentina, el chimichurri es sinónimo de asado. Pero un pizzero de General Rodríguez revolucionó la gastronomía al crear una versión que le valió el primer premio en el Campeonato Argentino de Pizza y Empanada. Te contamos el secreto de esta salsa que transforma una pizza común en una obra maestra culinaria.
La historia detrás del chimichurri campeón
Gonzalo Dacovich, pizzero con más de 23 años de experiencia, nunca imaginó que el consejo de su hijo de 6 años lo llevaría a ganar el primer premio en el campeonato nacional. El pequeño le sugirió agregar tomates cherry al chimichurri tradicional, y el resultado fue tan extraordinario que conquistó a todos los jueces del certamen.
El campeonato, que reunió a los mejores pizzeros del país en Buenos Aires, coronó a Dacovich en dos categorías: "Pizza a la Piedra Clásica" y "Mejor Chimichurri Pizzero". Su creación destacó por el equilibrio perfecto entre acidez, aroma y textura, demostrando que la tradición puede reinventarse con creatividad.
Ingredientes para el chimichurri premiado
La clave de esta receta está en la combinación precisa de ingredientes frescos y su proporción exacta. Vas a necesitar:
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300 gramos de aceite de girasol.
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100 gramos de perejil sin tallo.
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30 gramos de albahaca fresca.
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5 gramos de ají molido.
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4 dientes de ajo.
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3 tomates cherry.
Paso a paso de la preparación
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Procesado de ingredientes: colocá todos los ingredientes en un bowl y procesalos con mixer hasta obtener una consistencia bien líquida. Esto es fundamental para que la salsa se pueda esparcir fácilmente sobre la pizza.
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Incorporación de tomates: cortá los tomates cherry en cuartos y agregalos a la mezcla. Batí suavemente con espátula para integrarlos sin aplastarlos completamente.
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Reposo: la paciencia es crucial. Dejá reposar el chimichurri en la heladera durante 24 horas. Este tiempo permite que los sabores se intensifiquen y se integren perfectamente.
Dejá reposar la salsa un día para realzar todos sus sabores.
El secreto de la masa y la aplicación
Dacovich utiliza masas madre con fermentaciones de 48 a 72 horas, lo que las hace más livianas y digestivas. Sobre esta base, aplicá el chimichurri con un pincel de silicona antes de hornear, como si estuvieras pintando una obra de arte.
Agregá un toque de orégano y aceitunas para complementar los sabores. El resultado es una pizza donde el chimichurri no domina, sino que realza cada ingrediente, creando una experiencia única en cada bocado.
¿Por qué este chimichurri es diferente?
La genialidad de esta receta está en su versatilidad. Los tomates cherry aportan una dulzura que balancea la acidez del vinagre, mientras la albahaca agrega profundidad al perejil tradicional. La textura líquida permite que la salsa se integre a la masa durante la cocción, sin empapar la pizza.