En Noruega, donde la lluvia, el frío y la humedad son parte del paisaje cotidiano, secar la ropa se convierte en un verdadero desafío. Con inviernos largos y cielos constantemente nublados, colgar la ropa al aire libre no es una opción viable durante buena parte del año. Sin embargo, los noruegos encontraron una solución práctica, eficiente y, sobre todo, silenciosa.
Se trata de secar la ropa sin tender gracias al calor que emana desde el piso. La clave de este truco está en el diseño funcional de los hogares escandinavos, donde abunda la calefacción por zócalo o piso radiante. Este sistema mantiene una temperatura constante y suave sin depender de radiadores voluminosos ni de secadoras eléctricas que consumen mucha energía.
La técnica es colocar estructuras bajas o plegables, como secadores de toalla o soportes discretos, cerca del suelo o sobre los zócalos calefaccionados. Así, la ropa se seca lentamente, sin dañar las fibras ni dejar ese olor a humedad tan común en días de lluvia. Además, los noruegos ventilan brevemente las habitaciones varias veces al día: abren las ventanas unos minutos para renovar el aire, sin enfriar la casa, lo que ayuda a reducir la humedad ambiental.
Ideal para departamentos pequeños o ambientes compartidos, este método evita el uso de secadora y libera espacio al prescindir del tender. Un truco nórdico que combina practicidad, diseño y eficiencia energética.
Cinco formas fáciles de sacarle el olor a humedad a la ropa
1. El poder del aire y el sol
Aunque suene obvio, colgar las prendas al aire libre, idealmente al sol, durante unas horas hace maravillas. La ventilación y la luz solar ayudan a evaporar la humedad atrapada en las fibras, que suele ser la principal causante del mal olor. Si no tenés balcón o patio, abrir las ventanas y colgar la ropa cerca también ayuda.
2. Bicarbonato: tu gran aliado
Si necesitás una solución sin lavado, este truco es ideal. Colocá la prenda en una bolsa o caja grande junto con una cajita que contenga un poco de bicarbonato de sodio (sin que toque la tela directamente). Cerrá la bolsa y dejala reposar toda la noche. Al día siguiente, el olor habrá desaparecido casi por completo, ya que el bicarbonato actúa como un poderoso absorbente de olores.
3. Vinagre blanco en el lavarropas
Para esas prendas que sí necesitás lavar, sumá media taza de vinagre blanco en el compartimento del enjuague del lavarropas. El vinagre neutraliza olores sin dejar rastros en la ropa. Es un recurso natural, económico y súper eficaz.
4. Aromatizante casero
Podés armar tu propio spray perfumado mezclando una parte de agua, media parte de alcohol y unas gotas de aceite esencial. Rociá suavemente la prenda y dejala ventilar. No solo eliminarás el olor a encierro, sino que además quedará con un perfume sutil y fresco.
5. Arroz para prevenir
Y para evitar que esto te pase el próximo invierno, un tip preventivo: colocá bolsitas de arroz dentro del placard o los cajones donde guardás la ropa de abrigo. Absorbe la humedad del ambiente y mantiene las prendas secas. Olvidate de la naftalina: además de tener un olor muy fuerte, puede ser tóxica. Mejor, apostá por opciones naturales.