Dónde se filmó El Eternauta, la serie de Netflix

Buenos Aires es el epicentro de El Eternauta. Te contamos dónde se filmó la serie de Netflix.

06 de mayo, 2025 | 11.37

El Eternauta, la nueva superproducción argentina de Netflix, no solo recupera la historia de ciencia ficción más emblemática del país, sino que la convierte en una experiencia visual sin precedentes. A lo largo de sus seis episodios, la serie dirigida por Bruno Stagnaro y protagonizada por Ricardo Darín como Juan Salvo, nos sumerge en una Buenos Aires distópica, congelada por una nevada mortal y asediada por seres extraterrestres. Pero ¿cuánto de lo que vemos en pantalla es real? ¿Dónde se filmó realmente esta impactante ficción?

La respuesta es tan compleja como fascinante: la producción recorrió 38 locaciones porteñas durante 148 jornadas de rodaje, combinando filmaciones en espacios físicos con una innovadora técnica de escenografía virtual que permitió capturar la esencia de la ciudad… incluso cuando no era posible filmar allí.

¿Dónde se filmó la primera temporada de El Eternauta?

Desde el primer episodio, El Eternauta construye su relato en calles, avenidas y paisajes urbanos que los espectadores argentinos reconocerán fácilmente. Algunos de los puntos clave donde se rodó la serie fueron:

La producción de El Eternauta recorrió 38 locaciones porteñas durante 148 jornadas de rodaje.

  • Puente Saavedra
  • Túnel de Vuelta de Obligado
  • San Isidro Labrador
  • Avenida Maipú
  • Campo de Mayo

Rodar en estos espacios altamente transitados fue uno de los principales desafíos para el equipo de locaciones, encabezado por Eugenia D'Alessio, Mariano Cukar y Marcelo Martínez. “El primer obstáculo era justamente ese: todas son zonas con muchísimo movimiento”, explicó Martínez, quien destacó el esfuerzo que implicó montar sets a gran escala en lugares tan representativos de la ciudad.

La apuesta fue clara desde el principio: hacer de Buenos Aires un personaje más dentro de la historia. No se trataba solo de poner la ciudad como fondo, sino de integrarla activamente a la trama, respetando el espíritu original de la historieta de Héctor Oesterheld. Sin embargo, no todos los escenarios pudieron rodarse en forma tradicional. Por eso, la serie también se valió de herramientas tecnológicas nunca antes vistas en una producción nacional.

Para aquellas escenas donde el rodaje presencial resultaba imposible, ya sea por cuestiones logísticas, de permisos o de seguridad, el equipo apeló a la Virtual Production, una técnica que combina escaneo 3D, software de videojuegos y pantallas LED de ultra definición. Así, se logró generar un modelo hiperrealista de más de 15 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, incluyendo barrios completos, vías de tren, carteles, edificios, calles y hasta el parque automotor local, según detalló Ignacio Pol, uno de los supervisores del área junto a Pablo Accame, de Control Studio.

Estos fondos virtuales se utilizaron como si fueran decorados reales: los actores filmaban frente a pantallas que reproducían escenarios urbanos capturados milimétricamente. El resultado fue una fusión perfecta entre lo físico y lo digital, que permitió mantener la autenticidad geográfica de la historia sin resignar calidad visual ni narrativa.