Abrir Punto Ciego de Martina Juncadella es todo lo contrario a sumergirse en una clase teórica de poesía. Desde el vamos, tiene todo lo que nos dicen que un poemario tiene que tener: metáforas, rimas y la implementación de recursos clásicos como recurrir a la belleza de la naturaleza. Sin embargo, una vez que se empieza a avanzar sobre los poemas descubrimos a una autora observadora que no tiene miedo a meterse en "la oscuridad" cotidiana para crear sus versos.
En una lectura superficial, el libro editado por Socios Fundadores podría describirse como un confesionario abierto sobre aquellas preocupaciones, responsabilidades y vivencias que empiezan a aparecer en la vida adulta. Pero a su vez también es una escritura experimental: navegando entre términos eruditos, palabras "difíciles" y expresiones populares y coloquiales, Martina desdibuja los límites de la poesía tradicional y demuestra que, incluso aquellas cosas que a veces resultan ilegibles, pueden formar un poema.
Está claro que Juncadella utiliza su todo para escribir. En sus páginas no solo se puede percibir la faceta de una escritora detallista, sino que también se percibe la sensibilidad de su faceta de actriz, el nivel de observación de su rol como directora de cine, y la meticulosidad de una profesora. La autora se anima a salir de la "ola" de la poesía y literatura del yo y propone una lectura dinámica: crea un lenguaje propio, se anima a jugar con las palabras y los sonidos, y expone una nueva forma de expresión y de lectura.
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La autora lleva al lector hacia el límite del abismo donde la vista panorámica es casi completa, salvo por el detalle que está en todos los recorridos: el punto ciego. Aquí el "punto ciego" es el mismo poema, porque pese a presentar una fusión de palabras que parecen tener cierto sentido al principio de la lectura, su significado es a libre interpretación, nadie ve lo mismo. Así, cada persona que se sumerja en la lectura de Punto Ciego leerá un libro diferente, signado por las vivencias y conclusiones personales. Un libro que puede pensarse de muchas formas diferentes, ¿no es ese finalmente el objetivo de la poesía?
Sobre la autora
Martina Juncadella nació en Buenos Aires en 1992. Acta, escribe y hace películas. Empezó a trabajar como actriz de cine y teatro en la adolescencia. Estudia Letras en la UBA. Asistió a los talleres de Irene Gruss, Alejandro Rubio, Cecilia Pavón y Beatriz Vignoli. Publicó 8 poemas (autopublicado, 2015), Prendan el horno (Socios Fundadores, 2018) y Paraíso Podrido (Editorial Banco Malo, 2020). Dirigió los cortometrajes Mensajes (2016), Fiora (2017), No me imagino siendo vieja (2018), Sueños, fiestas, realidad (2024) dirigido con Jacqueline Golbert y el mediometraje La contracción de la espera, videópera en cuatro actos (2022). Actualmente prepara su primer largometraje, Adentro del ruido. Junto a sus hermanas coordinan Una Presencia, productora audiovisual enfocada en impulsar proyectos en sus etapas de desarrollo, producción y distribución. Desde 2016 co-dirige Socios Fundadores, editorial de poesía y narrativa que hasta la fecha lleva publicados más de 20 títulos.