El Festival Bandera celebró su sexta edición con 23.000 personas

El Festival Bandera celebró su sexta edición con 23.000 personas, público federal y producción de nivel nacional.

03 de noviembre, 2025 | 15.57

El sábado 1° de noviembre, el Hipódromo de Rosario volvió a latir al ritmo de la músicala sexta edición del Festival Bandera congregó a 23.000 personas y reafirmó su condición como uno de los festivales más importantes del país.

Desde primeras horas de la tarde, el predio ya bullía de expectativa: las puertas se abrieron a las 14:30, y para el atardecer el flujo de público había tomado cuerpo, con gente que llegó no solo de Rosario y alrededores, sino de distintos puntos del país.

El Festival Bandera celebró su sexta edición con 23.000 personas.

La propuesta artística estuvo a la altura del evento. En el lineup se combinaron bandas consagradas como Divididos, Babasonicos y El Kuelgue y nombres internacionales como Juanes y Deep Dish, junto a artistas de nuevas generaciones como Conociendo Rusia, Gauchito Club, Marttein y muchos más.

Según reseñas especializadas, la combinación de clásicos + emergentes es una de las claves que hacen que el Festival Bandera “ya se ganó su lugar entre los festivales más grandes del país”.

Producción impecable: logística, ubicaciones y accesos

La organización del evento mereció mención aparte: con tres escenarios (Norte, Sur y Bandera) distribuidos de modo que no se superpusiera el sonido y que permitiera alternar sin agobios de público; espacios de descanso e hidratación, accesos ordenados, y una ambientación que permitió que la jornada se viviera con fluidez.

El hecho de que se hayan respetado los horarios de ingreso del público y las transiciones de shows sin mayores contratiempos habla de un nivel de logística que, para muchos, ubica al festival en un listado de “obligados” del calendario nacional.

El Festival Bandera celebró su sexta edición con 23.000 personas.

Audiencia federal, energía colectiva

Más allá del número, imprescindible: 23.000, lo destacable fue la variedad del público: familias, grupos de amigos, seguidores de bandas, curiosos de propuestas nuevas, y visitantes que vinieron desde otras provincias para ser parte.

Ese cruce generacional y territorial es parte de lo que le da al festival su dimensión: no es solo un público local que se repite cada año, sino una convocatoria amplia que liga la ciudad de Rosario a una escena nacional viva.

En su sexto capítulo, el Festival Bandera no sólo reafirmó que funciona bien, lo que ya había demostrado , sino que eleva una vara: la de ser una experiencia integral, de primer nivel, con un line-up sólido, un público numeroso y una producción sin fisuras.

El Festival Bandera celebró su sexta edición con 23.000 personas.

Para Rosario significa consolidarse aún más como una plaza clave del circuito cultural argentino; para el festival, significa que su nombre ya pesa. El Hipódromo se apagó apenas pasada la medianoche, tras el cierre a cargo del dúo internacional Deep Dish, pero dejó una sensación de domingo de resaca buena: la de quienes vivieron algo que querrán repetir.