Ismael Serrano transformó la inmensidad del Movistar Arena en un espacio íntimo: una orquesta envolvente y el humor como protagonistas del show

Ismael Serrano repasó sus grandes éxitos en un Movistar Arena imponente que terminó transformándose en un espacio íntimo para sus canciones. La orquesta envolvente de 40 músicos en el escenario y el costado desconocido del artista español que utilizó el humor de manera recurrente para referirse a un tema que lo interpela: el paso del tiempo.

30 de marzo, 2025 | 21.18

Ismael Serrano se presentó en la noche del sábado 29 de marzo en un Movistar Arena imponente, que terminó convirtiéndose en un rincón íntimo para la complicidad suya y del público. El artista español de 51 años repasó sus canciones más relevantes de su trayectoria en la música a través de un recital que duró dos horas, con una orquesta sinfónica envolvente conformada por 40 personas y mostrando una faceta desconocida en el escenario con el objetivo de hablar del paso del tiempo: la del humor.

El show comenzó a las 21.30 con la canción Sucede que a veces y procedió con Sin ti a mi lado. La interpretación tuvo su enfoque orquestal característico, ya que comenzaban con arreglos de instrumentos de cuerda, el empuje lo dio la batería y la percusión, la base armónica estuvo a cargo de la guitarra y el piano y el cierre de la mayoría de los temas fue en crescendo, es decir, a través de un aumento gradual de la intensidad del sonido hasta el final de la canción. 

 

 

En los intervalos, aprovechó para hablar con su público y exponer sus sensaciones: al comienzo, se refirió a los "tiempos oscuros" de la actualidad y habló de la "crueldad de la política". "Volverán esos días en que ser buena persona será la tendencia y podemos escucharnos los unos a los otros", expresó agregando que a pesar de esta situación, hay voces que le hacen frente a la vida y permiten no estar solo. "Así que gracias por estar conmigo"; resaltó para que la gente se funda en un fuerte aplauso. Serrano convocó a la cantante argentina Camilú, única invitada de la noche, para interpretar Callate y bailacon una serie de arreglos vocales a dúo que le agregaron una pizca de ternura a la canción que ya venía cargada de emotividad por la orquesta.

El artista español repasó sus grandes éxitos en estos 30 años de carrera en la música.

El humor comenzó a apoderarse del artista español de manera muy genuina y para nada forzado. Como aquellas personas que no pretenden ser graciosas al hablar, pero hay algo en su cadencia que genera una mueca de sonrisa inmediatamente. Y eso es lo que pasó con un Ismael Serrano atravesado por el paso del tiempo, un tópico que lo interpela a tal punto de que lo plasmó en el último disco lanzado en 2023 llamado La canción de nuestra vida. Bromeó sobre la profundidad y tristeza de sus canciones, reconociendo que no son necesariamente alegres, pero exagerando la situación. "Hoy voy a hacer una canción re triste. Ya el título es prometedor", dijo para presentar Un muerto encierras. "No augura nada bueno", añadió para el murmullo de risas de todo el Movistar Arena. De la misma manera, también arrojó una indirecta a la industria: dijo que sus discos son "buenísimos" haciendo una especie de autorreferencialidad con ironía, pero luego expresó: "Casi 30 años cosechando grandes éxitos que no han sonado en la radio". Además, mencionó su nominación a dos Latin Grammy bajo el mismo tono humorístico que mezcló carcajadas y aplausos. 

 

Lo particular del público fue la concentración y el respeto para escuchar a la orquesta sinfónica y la interpretación del cantante sobre sus propias canciones, quien en más de una oportunidad se lo vio con un brillo en los ojos, visiblemente emocionado. De hecho, cuando escuchó que el público cantó a viva voz, lo celebró con un "eso es" o "gracias, muy amables". A pesar del estilo de música de trova que genera un ambiente más íntimo, en el intervalo entre canciones se escucharon algunos gritos eufóricos que exponían el cariño hacia Ismael. El Movistar Arena se puso "chiquito", transformándose en un espacio cercano a pesar del imponente lugar que alberga a 15 mil personas.

Casi en el cierre del show, Serrano cantó uno de sus clásicos: Papá cuéntame otra vez, donde aprovechó para alzar la voz y en el medio de la canción, gritó "son 30 mil", teniendo en cuenta que siempre se involucró en temas de política y derechos humanos, más en un contexto donde el gobierno de Javier Milei y el "avance de la ultraderecha como un fenómeno global", según analizó en diálogo con El Destape, planteó un discurso negacionista desviando el foco de lo que realmente fue la dictadura militar argentina. Finalmente, el artista español se despidió de Buenos Aires con La canción de nuestra vida, canción de su disco homónimo, se mostró agradecido hacia el público argentino y al igual que los 40 músicos de la orquesta sinfónica, se retiró del escenario y concluyó su presentación.