La película “En Silencio”, que se puede ver en Netflix, está basada en hechos reales ocurridos en la escuela para sordos Gwangju Inhwa, en Corea del Sur, durante comienzos de la década de los 2000. Allí, varios estudiantes con discapacidad auditiva fueron víctimas de abusos sexuales y físicos perpetrados por docentes y administrativos durante varios años.
La producción se basa en la novela El Crisol de Gong Ji-young, que también toma como referencia el caso real. El logro de la película es trasladar la historia a la pantalla con un realismo desgarrador. Muestra los abusos, la corrupción y el encubrimiento que permitieron la impunidad de los responsables.
El caso real de "En silencio"
El crimen salió a la luz en 2005, cuando un profesor nuevo en la escuela decidió alertar a grupos de derechos humanos tras sospechar los abusos. Unos nueve estudiantes se atrevieron a declarar como víctimas, aunque se estima que hubo muchos más que callaron por miedo, culpa o por la presión institucional. Desde el inicio del proceso, se encontró resistencia: el director de la escuela, algunos profesores, y autoridades locales fueron acusados de encubrimiento. Existían vínculos de poder dentro de la comunidad que favorecían que estos abusos no fueran investigados con la seriedad debida.
Cuando finalmente se realizaron los juicios, los resultados fueron muy por debajo de lo esperado. De los acusados, algunos escaparon de sanciones por la prescripción de los delitos. Otros recibieron condenas de corta duración, y algunos fueron incluso reincorporados en la escuela.
La reacción pública fue enorme: el caso generó protestas, indignación por lo que se consideraba una negligencia del sistema judicial y del Estado hacia víctimas vulnerables.
Cambios después del estreno de "En silencio"
Uno de los cambios más relevantes fue la aprobación de una enmienda legislativa conocida como la ley Dogani, aprobada en octubre de 2011, que eliminó el estatuto de limitaciones para delitos sexuales contra menores y personas con discapacidad, permitiendo que casos antiguos pudieran ser perseguidos legalmente. En noviembre de 2011, la escuela fue oficialmente cerrada.
Este caso real es un ejemplo de cómo estructuras institucionales como escuelas, justicia y comunidad pueden fracasar en proteger a quienes más lo necesitan. En silencio no sólo revive esos errores, sino que obliga a una reflexión sobre el poder del cine como motor de cambio.