A falta de meses para el mercado de pases de verano, Boca Juniors tiene una baja confirmada después del partido ante Rosario Central porque se trata de una decisión que es compartida entre Miguel Ángel Russo y Juan Román Riquelme. Este nuevo "colgado" dentro del plantel no es producto de una indisciplina, sino que su situación es por cuestiones 100% futbolísticas.
Muchas veces, los contratos de los jugadores disponen de ciertas cláusulas que se activan de acuerdo con determinados objetivos o cantidad de partidos que se disputan a lo largo de una temporada. Este es el caso de Ignacio Miramón, que llegó a Boca desde Lille de Francia y que en diciembre regresará a Europa. El arreglo fue a préstamo por 18 meses dispone de una obligación de compra que se decidió no activar.
En el préstamo se colocó una cláusula que activa una venta de manera obligatoria en caso de que el mediocampista firme el 70% de las planillas desde su incorporación a Boca. El precio a pagar es de 3 millones de dólares por la ficha y es ahí donde Russo interviene, debido a que no le ve condiciones para que se gane un lugar dentro del once titular que disputa partidos en el Torneo Clausura 2025 del fútbol argentino.
Por otro lado, Riquelme comparte la decisión del entrenador y entiende que Miramón debe entrenarse a la par de sus compañeros hasta que su contrato culmine. De esta manera, el club se ahorra un dinero por un central que no es considerado y que no está en los planes en el futuro cercano.
Otros jugadores de Boca en una situación similar
Los futbolistas que se encuentran en una situación similar son Sergio "Chiquito" Romero, Cristian Lema y Frank Fabra que disponen de contrato hasta diciembre próximo. El defensor se entrena de manera diferenciada y debe esperar al final de la temporada para obtener la libertad de acción. Una que negoció en el mercado invernal pero una serie de diferencias con el club generó que se quede.
En tanto que el arquero y el lateral colombiano saben que sus contratos no van a ser renovados, debido a que cumplieron un ciclo dentro de la institución. El primero por haberse peleado, casi a golpes de puños, con un hincha en plena Bombonera tras la derrota en un Superclásico y el segundo por su rendimiento que desde hace un tiempo se encuentra en una curva decreciente que pareciera no tener recuperación.
Además, se debe sumar a Javier García que es considerado por el cuerpo técnico pero de momento no existen charlas para determinar que pasará con su presencia dentro del plantel. Al experimentado arquero se le termina el contrato y se desconoce si buscará cerrar su carrera como suplente en Boca o se marchará a otro club con el fin de atajar sus últimos partidos como futbolista profesional.