Cadillac, histórica emblema del automovilismo estadounidense, confirmó su ingreso a la Fórmula 1 a partir de 2026 y presentó las primeras características de su monoplaza. La llegada se produce en un momento clave: el nuevo reglamento técnico de la categoría, que introduce motores más eficientes y un fuerte compromiso con la sustentabilidad. Con este debut, la división de General Motors buscará trasladar su prestigio en autos de lujo y competición al máximo escenario del automovilismo.
Mecánica híbrida de nueva generación
El corazón del monoplaza Cadillac F1 2026 será un motor híbrido V6 turbo de 1.6 litros, diseñado bajo las regulaciones que la FIA impondrá desde esa temporada. Este bloque estará acompañado por un sistema eléctrico de recuperación de energía (ERS) más potente, capaz de generar hasta 350 kW adicionales, lo que eleva la potencia combinada por encima de los 1.000 caballos. El uso de combustibles 100 % sostenibles marcará un antes y un después para la categoría, y Cadillac asegura que su ingeniería se apoyará en su experiencia en prototipos de resistencia como el V-Series R del WEC e IMSA.
El sistema de refrigeración fue rediseñado para maximizar la eficiencia: radiadores más compactos, entradas de aire optimizadas y una gestión térmica que equilibra el rendimiento en condiciones extremas. El conjunto se completa con una caja de cambios secuencial de ocho velocidades, acoplada a un embrague de carbono de alta durabilidad, y un diferencial electrónico que permitirá una entrega más precisa de la potencia en cada salida de curva.
Diseño con identidad propia
En lo estético, el Cadillac F1 2026 apunta a diferenciarse sin perder la esencia de la aerodinámica moderna. El chasis monocasco de fibra de carbono incorpora un diseño afilado en el morro y pontones laterales más estrechos, maximizando el flujo hacia el difusor trasero. La suspensión delantera con configuración push-rod y la trasera pull-rod han sido optimizadas para aprovechar el efecto suelo, mientras que los alerones activos, regulados por la FIA, permitirán mayor eficiencia en recta y más carga en curva.
Cadillac también buscará transmitir un sello de lujo y presencia: la decoración del auto incluirá detalles cromados y el característico emblema de la marca en el morro, acompañado de una paleta de colores que combinará el negro, el dorado y el rojo, evocando tanto tradición como modernidad.
Tecnología y seguridad
El monoplaza incorporará sensores de última generación que recopilarán datos en tiempo real para el equipo y para la FIA, garantizando tanto la competitividad como la seguridad. La cabina contará con un halo reforzado y materiales avanzados de absorción de energía, sumados a sistemas de comunicación directa piloto–ingenieros que se benefician de la experiencia tecnológica de General Motors en conectividad vehicular.
El desafío de Cadillac
El desembarco de Cadillac en la Fórmula 1 en 2026 no será solo un desafío deportivo, sino también estratégico. En un campeonato dominado por gigantes europeos y asiáticos, la marca estadounidense apuesta por la innovación mecánica, el diseño diferenciado y el respaldo de General Motors para posicionarse en la cima del automovilismo mundial.
Con un auto que promete superar los 1.000 caballos, un diseño futurista y el compromiso de llevar la tradición estadounidense a la pista, Cadillac se prepara para que 2026 quede marcado como el año en que su rugido entró en la Fórmula 1.