Gimnasia y Esgrima de Mendoza venció en los penales a Deportivo Madryn y retornó a Primera luego de empatar 1-1 en los 90 minutos. En los Torneos Nacionales que se disputaron en Argentina, entre 1967 y 1985, en los que mezclaban equipos de Primera con los del Interior, hubo uno que se destacó por su estilo y que lo disputó nueve veces: Gimnasia y Esgrima de Mendoza. "Los Compadres", apodo de ese equipo de galera y bastón identificado en la historia, con Víctor Legrotaglie a la cabeza, máximo ídolo de una institución que, cuatro décadas después, en este 2025 regresó a Primera División.
Nacido de una fusión de dos clubes de la provincia, el "Lobo del Parque", como se lo conoce por su ubicación en el Parque General San Martín, fue fundado en 1908 por la aristrocracia. La "alta sociedad", que residía en la provincia cuyana, rápidamente fue marcando el estilo "refinado" y el buen juego futbolístico, características que fueron moldeando al club con el paso de los años, separándolo de lo popular y generando una personalidad.
"El Pituco", otro de sus seudónimos, puede reflejar su estirpe. Pero en lo futbolístico, esos apodos estuvieron acompañados con nombres que le hicieron honor. Vicente González, delantero goleador del "Lobo", fue el primer mendocino jugó en la Selección Argentina en 1921, o Bruno Rodolfi, otro ícono de la institución que llegó a jugar en la "Máquina" de River Plate. Sin embargo, cuando se nombra a Gimnasia y Esgrima, no puede soslayarse a Legrotaglie.
"El Víctor", como lo llaman los hinchas, marcó un antes y un después en la historia del club, tanto que, para muchos, su aparación es como la refundación. El 14 de abril de 1956, Legrotaglie debutó en Gimnasia y Esgrima y generó un amor a primera vista. Sin haber hecho inferiores, el exquisito mediocampista, dueno de una zurda mágica, se transformó, con 19 años, en la cara de ese estilo de galera y bastón que la institución siempre había pregonado.
“En Alemania, Beckenbauer; en Brasil, el Rey Pelé; y en la cancha de Gimnasia, Legrotaglie y su ballet”, se escuchaba. También: “No se llama Maradona, no es Alonso ni Pelé, es el Maestro Legrotaglie, el mejor número 10". “Hoy Mendoza está de fiesta, llegó 'el Víctor' con su orquesta”, una más. Todo ese repertorio formaba parte del cancionero que bajaba del estadio Parque General San Martín, antes de ser rebautizado como Legrotaglie, cuando el zurdo hacía su arte de local.
"Calzoncillo", otro apodo de Víctor, no solo era el "As", sino que mejoraba a sus compañeros. En los Nacionales del 70 al 72, Víctor traspasó talento a Alfredo Angel Sosa, el Polaco Alfredo Victorino Torres y Carlos Gil Aceituno, con quienes conformó "Los Compadres", denominado así por el estilo vistoso futboístico y a puro toque. En una de las tantas funciones, en el Nacional de 1970 vencieron a River por 2 a 1 en condición de local.
"Cuando uno veía jugar ese Gimnasia de Legrotaglie, es como que los 11 jugadores jugaban de Legrotaglie: era como un imán, siempre la pelota iba a él. Era como que todo el equipo jugaba con ese estilo, marcaba su impronta y transmitía un contagio único", explica a El Destape Oscar Casares, historiador de Gimnasia y Esgrima. Legrotaglie, considerado uno de los mejores jugadores del Interior del país de aquella época junto a Tomás "Trinche" Carlovich, jugó en el "Lobo" hasta el 74, su "última función" para el pueblo mendocino. Además de participar de los Nacionales 70, 71, y 72, en el 73, también aparece, pero como refuerzo de Independiente Rivadavia, rival de Gimnasia y clásico histórico de la provincia.
Con más de 177 de historia, obtuvo 20 títulos de la liga mendocina de fútbol, nueve participaciones en los Nacionales, tres ascensos al Federal A y dos a la Primera Nacional, categoría en la que se mantiene desde el 2018 y que, desde allí, ha jugado reducidos casi de forma consectutiva rozando el ascenso. En 2024, el elenco de Mendoza perdió la final contra San Martín de San Juan, mientras que en 2023 cayó en semifinales contra Estudiantes de Buenos Aires.
La última vez que "El Pituco" se codeó en una categoría con rivales de Primera fue en el Nacional de 1984. Este sábado, el equipo que dirige Ariel Broggi tiene, ante Deportivo Madryn por la final del la Primera Nacional, la chance de devolverle a la institución los años de gloria que vivió hace décadas. Para que vuelva a sonar el "Y toque, y toque, Lobo, toque" que encendía al "Lobo del Parque". Para que la figura de Legrotaglie vuelva a emerger y nazcan los nuevos "Compadritos" de Primera.