La impactante revelación de Vecchio sobre su salida de Rosario Central: "Tenías que firmar con la barra"

El mediocampista recordó su enfrentamiento con el asesinado jefe de la barra. "Pillín Bracamonte", y dio detalles acerca del inmenso poder que tenía dentro del club. Aseguró que "manejaba a todos los jugadores" y contó cómo se tuvo que ir luego de la salida del "Kily" González. 

03 de abril, 2025 | 16.13

El futbolista Emiliano Vecchio sacudió el mundo del fútbol con fuertes revelaciones sobre su paso por Rosario Central, desenterrando la profunda influencia que ejercía la barra brava dentro del club. El actual jugador de Defensores de Belgrano contó cómo la banda de "Los Guerreros", liderada por el asesinado Andrés "Pillín" Bracamonte el 9 de noviembre pasado junto a su ladero, Daniel "Rana" Attardo, tomaba muchas decisiones deportivas dentro de la institución.

"Cuando era chico, la barra manejaba Central y a todos los jugadores. Tenías que firmar con la barra, no tenías opción", afirmó Vecchio, quien debutó profesionalmente en el club en 2005. Según lo revelado, cuando regresó en 2020, su vínculo con la dirigencia no fue bien visto por la barra, lo que lo llevó a vivir situaciones de extrema tensión.

Su vuelta a "El Canalla" se dio tras el llamado de un ídolo y entonces director técnico del club, Cristian "Kily" González: "Cuando me llamó, ni lo dudé. Con un montón de dudas, Rosario es una ciudad muy jodidaCuando vuelvo esa persona estaba y como vuelvo de la mano del "Kily" no pudo decir nada. Era el jefe de la barra que falleció hace poco", confesó en una entrevista con TNT Sports, haciendo referencia a "Pillín". 

Por aquellos días, la situación con la hinchada se tornó muy tensa al punto tal que hasta le dedicaron banderas, como la que colgaron en 2021 y 2022 rezando "No queremos 20 palos, queremos mas huevos". La frase hacía referencia al encontronazo del jugador con el árbitro Andrés Merlos, al que debió pedirle disculpas por enrostrarle en una protesta su supuesto saldo bancario.

Bracamonte lideraba la hinchada hace casi 30 años: el barra logró consolidar su poder, tejiendo una red de conexiones con policías, abogados, miembros de la Justicia y políticos. Su influencia y el temor ejercido le permitieron tener un papel importante en las decisiones del club, generando controversia y preocupación entre algunos hinchas, dirigentes, técnicos y jugadores. A lo largo de su vida, recibió múltiples amenazas y 29 intentos de asesinato, en un contexto de guerra del narcotráfico, bandos en el fútbol y en la ciudad. 

En este contexto, Vecchio contó que, cuando el "Kily" se marchó, su destino dentro de la institución ya estaba escrito. "Cuando se va el Kily, me golpearon la puerta, fueron al vestuario, se metieron un montón de personas y, delante de mis compañeros, me dijeron que me tenía que ir. No me dejaron entrar, agarré mis cosas en una bolsa de residuos y me fui", contó. Además, aseguró que sufrió amenazas contra su familia y que la barra presionó a los entrenadores para que no lo incluyeran en el equipo.

Asimismo, apuntó contra Leandro Somoza, quien asumió la dirección técnica de Central en 2022: "Como era su primera experiencia, dijo que sí y me sacó". El mediocampista le advirtió a Somoza que no duraría en el cargo y terminó teniendo razón: apenas dirigió 10 partidos oficiales con 2 victorias, 5 derrotas, 3 empates y un magro 30% de efectividad, y renunció en medio de un clima tenso con la dirigencia, que no atendió sus reiterados pedidos por reforzar el plantel. 

Rosario: imputaron a dos integrantes de la banda de Los Menores por el crimen de "Pillín" Bracamonte

La semana pasada, dos integrantes de la banda narco "Los Menores" fueron llevados a audiencia imputativa por haber participado en el doble crimen de "Pillín" Bracamonte y "Rana" Attardo. Previo a su trágico final, "Pillín" había hablado de su posible homicidio, advirtiendo que, en caso de que sucediera, la ciudad santafesina se iba a "incendiar" y apuntó directamente contra "Los Menores" al asegurar se querían "quedar con parte de la ciudad". Ahora, las autoridades ubicaron a Alejandro “Cani” Zamudio y Alejandro Roberto Vázquez en la parte logística del plan criminal, que por ahora no tiene identificado a los autores materiales.

Ante el juez Hernán Postma, los fiscales Georgina Pairola y Luis Schiappa Pietra explicaron la mecánica del doble homicidio: a las 21.44 del 9 de noviembre en Avellaneda al 700 bis, dos gatilleros a pie se acercaron a una camioneta S10 blanca y dispararon hacia el lateral derecho delantero, contra el acompañante: Bracamonte, que estaba con la ventanilla baja, y contra el conductor, que era Attardo. 

Al momento de la emboscada, en ese tramo del bulevar no había alumbrado público, lo que facilitó la fuga. Tras los tiros, los atacantes corrieron por Avellaneda hasta Almafuerte, donde los esperaba una Honda Twister blanca que los sacó de la zona. La moto fue abandonada en Almafuerte, al 1100, a cuatro cuadras de la balacera.

Después de esa introducción, los fiscales ubicaron a Zamudio y a Vázquez en el plan criminal. Según afirmaron, los gatilleros fueron llevados en un Citroën C3 Aircross desde la casa de “Cani” en el barrio 7 de septiembre, zona noroeste de Rosario, hasta Avellaneda, donde esperaron 40 minutos para perpetrar el doble crimen.

Para los funcionarios del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Vázquez estaba en el Citroën que transportó a los atacantes para la ejecución de los asesinatos. El auto en cuestión volvió al domicilio de Zamudio, con lo cual se infiere que esa casa sirvió como “punto de encuentro” de los agresores de Bracamonte y Attardo. Ese vehículo fue incautado en los allanamientos que realizó el 13 de marzo pasado la Tropa de Operaciones Especiales en Rosario y Granadero Baigorria.