A un año y nueve meses del comienzo del gobierno de Javier Milei, la motosierra de la crueldad pulverizó la situación socioeconómica de los adultos mayores en la provincia de Córdoba, en especial la de aquellos jubilados y pensionados nacionales que perciben el haber mínimo. Un estudio reveló que la mitad de las personas mayores de 65 años no llega a fin de mes y la mayoría necesita de la asistencia económica de sus hijos y otros familiares.
En medio de la crisis económica desatada por el ajuste libertario, los resultados del estudio muestran un panorama actual de fuerte vulnerabilidad económica entre las personas mayores. De hecho, el 50% de los encuestados aseguró que no le alcanzan sus ingresos para cubrir sus gastos mensuales, mientras que un 39% declaró que le alcanzó apenas "con lo justo". Sólo un 11% manifestó que sus ingresos son suficientes para vivir con dignidad.
La investigación, titulada “Situación de la tercera edad cordobesa”, de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Córdoba al que accedió La Voz, se realizó a finales de agosto pasado, encuestando de manera presencial a 300 personas mayores tanto de Córdoba capital como de localidades del interior provincial. El estudio tiene una confiabilidad del 95,5% y un error muestral de +/- 5,7%.
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El informe de la Defensoría del Pueblo detalló que aquellos que no logran cubrir sus necesidades, más de la mitad (52%) recibe ayuda económica de sus hijos para poder completar el mes, mientras que un 28% requiere de la asistencia de otros familiares o amigos. Esto indica que gran parte de la población mayor depende de un sostén económico externo para subsistir mes a mes.
Según la investigación, la mediana de ingresos en esta población se ubica en $ 380 mil, monto apenas por encima de la jubilación mínima nacional del mes de agosto, con una brecha de género del 8,1% a favor de los hombres (que perciben $ 400 mil) por sobre las mujeres ($ 370 mil).
Esta insuficiencia de ingresos obliga a la mayoría de los adultos mayores a reducir gastos básicos. El 91% reconoció haber realizado recortes en los últimos meses, con un impacto directo sobre sus compras de alimentos y bebidas (44%).
Asimismo, casi el 45% declaró que no logra cubrir la canasta básica total (CBT) con sus ingresos mensuales, situación que se agrava entre aquellos adultos mayores que, además de los gastos corrientes, deben pagar un alquiler (80%).
Estas limitaciones repercuten de manera directa en su calidad de vida. Por caso, cuatro de cada 10 personas mayores afirman que la falta de dinero les impide hacer lo que deseaban. Entre los gastos que deben postergar hasta nuevo aviso, se destacan los viajes (17%), arreglos en la vivienda (12%) y las salidas recreativas (10%).
La Defensoría del Pueblo calificó a este sector de la población como una “clase media con aspiracionales que se cayó de la pirámide”: un grupo social que tuvo un pasado laboral formal y con beneficios sociales que siguen vigentes (jubilación, obra social), pero que en la actualidad enfrenta un claro y estructural déficit de ingresos por las medidas de una gestión que atenta contra los sectores más vulnerables.
Enfermedades y medicamentos
En medio de los recortes y los fuertes aumentos de los medicamentos, el informe elaborado por el Área de Estadísticas de la Defensoría del Pueblo de Córdoba también abordó el estado de salud de las personas mayores de 65 años que viven en Córdoba.
La hipertensión arterial resultó la afección más común en esta población, presente en el 42,5% de los casos. Le siguieron la artrosis (29,6%); la diabetes (25,7%), y la insuficiencia cardíaca (16,4%). Otros problemas de salud incluyeron alergias (12,8%); hipotiroidismo (10,6%); artritis (8,4%); osteoporosis (5,8%), y distintos tipos de cáncer en tratamiento (7,1%).
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En el análisis por sexo, los hombres presentan una mayor prevalencia de hipertensión (50%) y de diabetes (30,2%), mientras que entre las mujeres la artrosis tiene una incidencia más alta (38,4%), seguida por cuadros hipertensivos (37,3%) y por diabetes (22,2%).
Además de las enfermedades más prevalentes, el estudio reveló que muchos adultos mayores desde hace ya tiempo comenzaron a recortar o a suprimir tratamientos médicos debido a dificultades económicas. Por caso, el 11% de quienes aseguran que tienen ingresos insuficientes admite haber tenido que recortar sus compras de medicamentos.
Menos expectativas
El relevamiento también indagó en las expectativas a futuro de los adultos mayores. Casi la mitad (48%) considera que su situación económica empeorará este año en comparación con 2024, mientras que un 30% proyecta que se mantendría igual. Apenas un 14% esperaba una mejora.
La percepción de que “la plata no alcanza” y los haberes jubilatorios bajos fueron los argumentos más repetidos por los jubilados y pensionados detrás de esta visión pesimista sobre su futuro inmediato. “Esta visión es generalizada independientemente de sus características como jubilados”, se señala en las conclusiones de la investigación.
El 95% de la población mayor está jubilada, pensionada o retirada, lo que evidencia que la mayoría tuvo empleos formales durante su vida activa. Y que sólo un pequeño porcentaje se mantuvo con oficios independientes, changas o en comercio.
El 70% se ubica dentro de la clase media; el 16%, en el nivel alto, y un 14%, en el estrato inferior. En cuanto a cobertura en salud, el 86% declaró contar con una obra social (principalmente el Pami) o prepaga