Fue el sostén durante su mandato para apaciguar las aguas del ajustazo que hizo Javier Milei sobre los ingresos de los hogares. Se trata de las asignaciones familiares. La encerrona de un modelo de recesivo para transferir recursos a los sectores de mayores ingresos lo llevó a recortar las asignaciones en julio, por primera vez desde que La Libertad Avanza asumió el Gobierno. En julio el gasto devengado cayó un 1,5 por ciento interanual a precios constantes, según un estudio privado.
En medio del feroz ajuste presupuestario, su errática política financiera y las políticas de transferencias de recursos a los sectores más acaudalados, el Gobierno mantuvo estratégicamente el valor real de las asignaciones a los hogares de menores ingresos. Esto le valió reducir el descontento del hogares en mayores dificultades y, computo creativo del INDEC de por medio, utilizar ese ingreso para mostrar una baja comparativa (ahora se computa como ingreso las asignaciones) en la pobreza respecto del año pasado.
En el paso constantes de la motosierra fueron alcanzadas, en julio, por primera vez los gastos en asignaciones familiares. “En el interanual de julio, se registra por primera vez una caída real en el gasto en AUH y asignaciones familiares (-5,7 por ciento), explicado por la reducción en asignaciones (-20,6 por ciento), mientras que la AUH se mantuvo al alza (5,6 por ciento)”, señaló la consultora Analytica.
MÁS INFO
Dentro de los tijeretazos para mantener un ficticio superávit fiscal se destacaron en el séptimo mes del año los ajustes reales (descontada la inflación) interanuales en Gastos en Personal (-11,4 por ciento), Asignaciones familiares + AUH (-5,7 por ciento), Programas Sociales (-35,5 por ciento), Subsidios (-26,6 por ciento) y Obra Pública (-42 por ciento), de acuerdo con el relevamiento de la consultora.
En el acumulado de los primeros siete meses, las partidas con mayores ajustes reales interanuales fueron en los Programas Sociales (-21,8 por ciento), la Obra Pública (-47,4 por ciento) y el gasto en Subsidios (-51,9 por ciento), particularmente los asociados a la energía (-61,1 por ciento).
La recesión y la segunda vuelta del ajuste
La recesión autoinfligida por el gobierno de Milei provoca una caída de los ingresos tributarios, por la vía de la recaudación sobre un menor consumo y de caída de las ganancias de las empresas vinculadas al comercio interno. A esto se suma la pérdida de tributos por decisión oficial sin mediar un reemplazo por esos menores ingresos –algo que exige Milei en cada proyecto de mejora a jubilados, Educación o Salud—con destino a sectores de mayores recursos: eliminación de impuesto a compra de divisas, baja de retenciones y exención de obligaciones patronales y para los importadores.
De acuerdo con el informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), en julio los Ingresos Totales de la Administración Pública Nacional cayeron un 1,1 por ciento interanual ajustados por inflación, que se explica principalmente lo recaudado en julio de 2024 en concepto del Impuesto PAIS suprimido a fines del año pasado.
Con relación a los Ingresos Impositivos, se registró una variación interanual negativa real del 3,1 por ciento, donde se destacan los retrocesos en IVA (neto de reintegros) de 7,5 por ciento, Rentas de la Propiedad (-40,9 por ciento) y Transferencias Corrientes al sector privado (-85,9 por ciento). En el caso del IVA, también impactaron mayores devoluciones de IVA a exportadores.
En el caso del impuesto a las Ganancias, que arrojó una suba de 15,7 por ciento real interanual en julio, estuvo explicado principalmente, por una modificación a la suba de la alícuota del segundo anticipo de las sociedades con fecha de cierre en diciembre, por ingresos asociados al saldo de la declaración jurada de personas humanas con vencimiento en junio 2025, que habían sido prorrogados en el año anterior hasta agosto y septiembre de 2024, y por un aumento en las retenciones a empleados y jubilados derivado de las modificaciones legislativas que afectaron al impuesto en 2024.
“En cuanto a la dinámica fiscal, se puede afirmar que en los últimos meses y luego del notable ajuste ocurrido en 2024, las variaciones interanuales del gasto empezaron a oscilar entre valores negativos y positivos, arrojando en el acumulado a julio una retracción del 1 por ciento interanual real. Por su parte los ingresos, sin contemplar a las utilidades del Banco Central por su carácter excepcional, mostraron asimismo un comportamiento oscilante y en al acumulado a julio una variación también negativa, en este caso del 0,6 por ciento real, en línea con la experimentada por el gasto”, explica ASAP.