Coloquio de IDEA: reclamo por la economia real e incertidumbre pos 26 de octubre

Qué espera el círculo rojo en materia de tasas, dólar y actividad luego de la elección nacional. Las "reformas de segunda generación" que promete el Gobierno para reactivar la microeconomía.

17 de octubre, 2025 | 18.37

Entre la intención del Gobierno de pasar a una segunda etapa más centrada en la mejora de la economía real, la incertidumbre por las elecciones y la resignación por un despegue de la actividad que, en todo caso, se anticipa lento y complicado. Así transcurrió el 61º Coloquio de IDEA, que terminó este viernes luego de tres jornadas en el Sheraton de Mar del Plata. 

"El Gobierno tiene que pensar en la microeconomía", lo sintetizó Luis Galli, presidente Newsan, en diálogo con El Destape. "Esperamos volver a la estabilidad macroeconómica previa a julio", agregó el empresario vinculado al sector del retail. De este modo, Galli expresó el reclamo general de los empresarios. Es decir, la necesidad de dejar atrás la etapa de las meras reformas estructurales para estabilizar la macro y pasar a una nueva etapa en la que el foco esté puesto en aumentar la productividad y rentabilidad.

Eso quedó reflejado en el lema del Coloquio que, pese a que ya pasaron casi tres años del Mundial, fue "Juega Argentina. A competir, producir, innovar". El tono contrasta con el lema del año pasado ("Si no es ahora, cuándo"), que era de total apoyo a Javier Milei.

Esa banca del círculo rojo al Gobierno seguirá estando siempre, pero ahora se le agrega el pedido de que Milei deje parcialmente de lado el manual libertario para empezar a inmiscuirse más en la situación concreta del sector productivo.

El Poder Ejecutivo recogió el guante, como se vio en las exposiciones de Manuel Adorni y Luis Caputo, quienes pusieron el foco en las reformas laboral y tributaria a medida de las empresas y entendieron que, tras la promesa incumplida de un 2025 de despegue de la actividad, ahora urge que esto empiece a concretarse tras las elecciones.

Caputo mismo, en el desdibujado mensaje grabado que envió al Coloquio, hizo hincapié en una "segunda etapa" de "reformas de segunda generación", planteadas para los últimos dos años del gobierno de Milei.

De hecho, el ministro de Economía mostró una casi inédita preocupación por la microeconomía de las empresas. Así, anticipó que buscará fomentar el crédito privado a "tasas mucho más razonables", al igual que el "ahorro interno", la "inversión" y la "competitividad". Incluso hizo una inusual mención a la situación de las pymes, hasta ahora corridas de la agenda del Gobierno.

Post elecciones, ¿se reactiva la actividad?

El problema es que esta necesidad empresarial de mejora de la economía real estará atada a que post elecciones el Gobierno logre estabilizar la macro, para que empiece por fin un sendero de crecimiento sostenido de la actividad.

Si eso ocurre, un primer paso que espera el establishment económico es una normalización de las tasas, que se dispararon exponencialmente en el último trimestre para contener la suba del dólar y llevaron a rangos usureros el interés de los créditos productivos. Un empresario de una importante empresa de venta minorista señaló que su expectativa es que vuelvan a los niveles del primer semestre, de alrededor de un 30%.

Esa posibilidad dependerá, en buena medida de que post elecciones el Banco Central decida relajar la política de encajes, tal como los bancos reclaman desde hace tres meses, cuando la entidad que dirige Santiago Bausili decidió aumentar la tasa de este instrumento por encima del 50%.

Un importante dirigente del sector bancario indicó que espera que el BCRA empiece por flexibilizar el requerimiento diario, un dolor de cabeza para las entidades financieras, para regresar al promedio mensual. Y que recién luego pueda rebajar la tasa de encaje en sí, al menos "por debajo del 45%". "Nadie espera que la bajen al 15% como en un país normal", se resignó.

Otro factor clave para que haya reactivación será un dólar más competitivo. En los pasillos del hotel Sheraton, nadie cree que el actual esquema cambiario pueda sostenerse sin cambios tras el 26 de octubre, incluso con ayuda del Tesoro de Estados Unidos. "Es bueno que haya un tipo de cambio de equilibrio, que lo va a ir definiendo el mercado", dijo, pensando en el escenario post electoral, el titular de la UIA, Martín Rappallini, a El Destape.

Lo que esperan los bancos, señaló el mismo referente del sector que prefirió hablar en off, no es una aceleración de la ampliación de las bandas sino directamente un salto abrupto que las ensanche de un día al otro. Esto permitiría, destaca, que el dólar siga flotando en un nuevo nivel más alto de equlibrio sin llegar a tocar la banda superior, lo que evitaría que el Banco Central salga a quemar reservas en medio de una corrida cambiaria como hace un mes.

Con todo, es probable que la reactivación, si se da, no sea inmediata. "La recuperación del consumo viene más lenta de lo esperado", admitía un representante del sector cervecero. En ese marco, más de un empresario reconocía que no será sencillo que las cifras positivas despeguen durante el próximo semestre, y se conformarían inicialmente, como Galli, con una mera vuelta a la estabilidad.

Los próximos meses, y sobre todo el resultado electoral, dirán si el Gobierno empieza a cumplir con el mandato que se propuso frente a los empresarios o si las promesas de mejora de la economía real se posponen por un año más.