Por el momento, el Gobierno logró salir del cepo sin mayores sobresaltos cambiarios ni inflacionarios. Sin embargo, eso no quiere decir que Argentina haya salido indemne: en abril, la actividad económica y el consumo se resintieron producto de la incertidumbre de esas semanas por la dilatación del acuerdo con el FMI y sobre el precio del dólar, advirtieron desde el sector pyme.
A un mes del fin del cepo, que entró en vigencia el 14 de abril pasado, el dólar se mantuvo prácticamente siempre en la mitad inferior de las bandas, por debajo de los 1.200 pesos. Gracias a ello, se espera que el índice de inflación nacional del mes pasado, que se conocerá este miércoles, ronde aproximadamente el 3%. Un valor alto pero menor al 3,7% de marzo.
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Más allá de las dudas sobre si esto se logró mediante intervenciones informales del Gobierno en el mercado de futuros del dólar, se trata de un punto alto para Javier Milei, que hace todo lo posible para llegar a las elecciones sin una disparada inflacionaria. Aun así, lo que ocurrió antes y después de la salida del cepo no fue gratuito para el Gobierno. El último informe de las ventas minoristas de las pymes que publicó la Confederación Argentina de la mediana Empresa (CAME) reveló que estas crecieron en abril un 3,7% interanual.
Pero, pese a este dato positivo, la misma presentación señaló que las ventas intermensuales cayeron un 1,8% en la medición desestacionalizada. Se trató de una nueva baja que extiende la irregularidad de este indicador tras la leve suba del 0,1% de marzo. La caída intermensual de abril fue pareja en casi todos los sectores, ya que bajaron alimentos y bebidas, bazar y decoración, calzado y marroquinería, perfumería, ferretería y textil e indumentaria con picos de hasta el 6,5%. La única suba se registró en el rubro farmacia y fue de apenas el 0,1%.
El secretario de Prensa de la CAME, Salvador Femenía, señaló a El Destape que esta "caída intermensual se explica por la incertidumbre en los mercados que hubo durante el mes de abril, sobre todo con el tema del FMI, que evidentemente pegan en la micro". "La gente se retrae, tiene dudas, pero igualmente, en general, el consumo está amesetado. Las expectativas son que se recupere durante el año, pero ahora está bastante chato. La gente compra lo justo, no hay grandes movimientos estacionales, así que eso explica por qué se frenó el impulso que venía hasta marzo", agregó.
En un sentido similar, Marcelo Fernández, titular de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), explicó que la retracción de las ventas locales en abril se debió a la salida del cepo, pero especialmente por su impacto positivo en las compras desde el exterior. "Al poder obtener los dólares, la gente se puso a importar", advirtió a El Destape.
En pocas palabras, es probable que la incertidumbre sobre una posible devaluación por el nuevo acuerdo con el FMI (en la primera quincena de abril) y por la salida del cepo (en la segunda quincena del mes) hayan generado un ahorro preventivo de sectores de clase media que desalentó la posibilidad de incrementar un consumo que solo comenzó a recuperar sus índices interanuales una vez que el gobierno de Milei empezó a compararse con sí mismo.