El problema es la demanda interna. La conclusión surge de la Encuesta de Tendencia de Negocios Supermercados y autoservicios mayoristas que publicó este martes el INDEC, que da cuenta de una caída en el índice de confianza del 1,8 por ciento para el período julio-septiembre. Las respuestas reconocen una difícil situación actual, en la que sólo un 6,8 por ciento advierte una mejora en junio, mientras el 84,9 por ciento de las empresas relevadas prevé que el escenario en los próximos tres meses será igual o peor. El mínimo repunte del consumo sigue estando vinculado con bienes durables y gastos en el exterior.
Al momento de advertir cuáles son los problemas que enfrenta el sector, el 61,6 por ciento apunta a la falta de demanda. Junto con los cambios de hábitos, el comportamiento disímil entre el consumo masivo y otros vinculados a sectores de altos ingresos muestra un esquema y la pérdida de poder adquisitivo de los hogares se combinan en una situación compleja para la cadenas comerciales. Las ventas minoristas vienen rezagadas y la recuperación del consumo difiere según los tipos de bienes.
De acuerdo con el relevamiento del INDEC, la la situación comercial de su empresa en junio fue mala para el 27,4 por ciento de los encuestados, buena para el 6,8 por ciento y normal para el 65,8 por ciento. En la pregunta sobre qué espera de la situación comercial durante el próximo trimestre julio-septiembre, el 84,9 por ciento considera que empeorará o permanecerá igual y solo el 15,1 por ciento espera una mejora.
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En materia de precios, el 43,8 por ciento aseguró que subieron en junio, el 50,7 por ciento que no varió. Y sólo disminuyó en el 5,5 por ciento de los casos. De cara a los próximos tres meses, el 52,1 por ciento anticipó que aumentarán, el 45,2 por ciento sostuvo que no variará y el 2,7 por ciento que podrían disminuir. En cuanto a la posibilidad de tomar personal en el futuro, apenas el 5,5 por ciento espera un aumento del empleo, mientras que el 23,3 por ciento proyectó una disminución y el 71,2 por ciento, que no variará.
Cambio de hábitos y población
El INDEC dio a conocer recientemente que el consumo privado desestacionalizado en los primeros tres meses del año se elevó a 551.871 millones de pesos, medido en pesos constantes de 2004. Es decir, registró un incremento del 11 por ciento interanual y del 13 por ciento desde el piso alcanzado en el segundo trimestre de 2024. “No obstante, resulta importante mencionar que parte de este importe es explicado por un crecimiento en la población, dado que en términos per cápita el máximo valor se alcanzó en el tercer trimestre de 2013, ubicándose actualmente 7,6 por ciento por debajo de aquel pico”, explicó un informe publicado por la Bolsa de Comercio rosarina.
Las cifras, incluidas en el agregado del componente consumo privado de Cuentas Nacionales, contrastan con los indicadores de ventas minoristas que también publica INDEC y se mantiene en mínimos históricos.
En este marco, los datos publicados por el Centro de Investigación del Ciclo Económico (CICEC) relacionados a las ventas minoristas en base a la información de INDEC, muestran que las mismas tuvieron un comportamiento errático durante el último año, con oscilaciones entre variaciones mensuales positivas y negativas a partir de mayo de 2024.
A partir de noviembre se había iniciado una proceso de leve recuperación del consumo, pero las ventas minoristas aún continúan rezagadas respecto a sus niveles históricos. “Al observar el comportamiento de las distintas subcategorías dentro de la serie, se advierte que las mismas han mostrado una evolución dispar en el último año, lo que podría dar indicio de un cambio en los patrones de consumo”, señaló en el informe. La serie de ventas minoristas puede dividirse en cuatro subcategorías, tal como se mencionó anteriormente: (1) ventas en supermercados, (2) ventas en centros de compras, (3) ventas en autoservicios mayoristas y (4) ventas de electrodomésticos y artículos para el hogar.
Las ventas en supermercados son las que mayor peso tienen dentro de la serie total, representando históricamente el 63 por ciento de las ventas minoristas. En este segmento, las ventas se ubican en valores comparables a enero de 2007, e incluso inferiores al período de pandemia. Este nivel es consecuencia de que la serie registró una contracción del 11 por ciento entre diciembre 2023 y octubre de 2024.
“En autoservicios mayoristas, las ventas fueron las que peor desempeño y registraron durante la última recesión, e incluso no muestran señales de recuperación habiendo transcurrido ya más de un año desde el comienzo de la fase de expansión”, explicó el documento de CICEC. Según algunas consultoras especializadas en consumo masivo, se está observando un mayor consumo en comercios de barrio o de cercanía, en detrimento de las grandes superficies, que son las que están relevadas en las series de ventas en supermercados e hipermercados mayoristas.
En lo que respecta a las ventas en centros de compra, las mismas representan aproximadamente el 15 por ciento de las ventas minoristas totales. Su contracción durante la última recesión fue incluso más marcada que en las ventas de supermercados, siendo que no representan un consumo de primera necesidad, por lo que suelen tener una elasticidad ingreso mayor. De esta manera, entre abril de 2023 y febrero de 2024, las ventas en centros de compra sufrieron una caída del 32 por ciento y desde entonces aumentaron 13 por ciento, quedando casi 20 puntos abajo desde que asumió el gobierno de Javier Milei.
Finalmente, las ventas de electrodomésticos y artículos para el hogar, que representan una proporción del consumo de bienes durables, han sido las que registraron una mayor recuperación durante los últimos meses, luego de haber sufrido una disminución del 43 por ciento durante la última recesión. Con la baja de impuestos y siendo un segmento que apunta a un sector con alguna capacidad de ahorro –y de la mano de un dólar atrasado—, lograron una recuperación del 46 por ciento.
El racconto da cuenta que, más allá de la recuperación que muestra el consumo en términos agregados, el mismo resulta mayormente impulsado por los bienes durables y el gasto en el exterior.