Industriales metalúrgicos, en alerta por la crisis de empleo provocada por Milei y Pullaro: "Se van agotando"

El último reporte de la AIM evidenció una baja de 2,4% interanual en el empleo industrial en el Gran Rosario en el último trimestre del año pasado. Advirtieron sobre las dificultades para sostener los puestos de trabajo por las medidas económicas a nivel nacional y provincial. 

20 de mayo, 2025 | 10.48

La parálisis productiva, los altos costos, y la multiplicación de las importaciones de bienes finales forman un escenario que profundiza la destrucción de la industria nacional desatada por las medidas económicas del presidente Javier Milei, que hasta el momento fueron apoyadas por el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro.

Este preocupante panorama se agrava drásticamente con la persistente caída del empleo. Los cierres de fábricas y los despidos masivos no solo dejan a miles de trabajadores en la incertidumbre, sino que también desmantelan el tejido social y económico de la provincia, impactando directamente en la calidad de vida de las familias santafesinas.

“Hasta ahora se venía aguantando el empleo pero las posibilidades se van agotando”, dijo Rafael Catalano a medios santafesinos, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario (AIM), al dar a conocer un nuevo informe sobre la actividad del sector. Los números de la entidad muestran una caída de 11,8% interanual en la facturación real del sector durante el primer bimestre de 2025 y una pérdida de 2,4% en los puestos de trabajo en la región al cerrar el año pasado.

El reporte evidenció una baja de 2,4% interanual en el empleo industrial en el Gran Rosario en el último trimestre del año pasado. En coincidencia con la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), que reportó una contracción de la actividad industrial del 3,6%, el informe de la AIM mostró la pérdida de 9 mil puestos de trabajo en el sector fabril de la provincia, en comparación con el año anterior. Sin embargo, estas cifras no captan la sangría de empleos que se produjeron en grandes empresas de la región hasta el cuarto mes del año, sea mediante despidos o retiros voluntarios, además de suspensiones

Alerta en Santa Fe por el decreto de Milei que pone en riesgo la producción de maquinaria agrícola

La decisión del Gobierno nacional de eliminar el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), un permiso especial que era requerido desde hace más de 30 años para traer maquinaria industrial, agrícola y médica que ya fue utilizada en el extranjero, encendió las alarmas de las localidades industriales de la provincia de Santa Fe y de numerosas agremiaciones empresarias locales.

A través del decreto 273/2025, publicado en el Boletín Oficial, el Ejecutivo decidió eliminar el articulado que mencionaba la necesidad de que las herramientas y maquinarias del exterior pasen por el CIBU. "Los bienes que resulten con importación permitida en el marco del presente régimen podrán ingresarse sin aptitud funcional, siempre que ello no resulte en el incumplimiento de otras normas del ordenamiento jurídico", dice el artículo 2 del decreto.

“La apertura de importaciones ya es un dato instalado en el análisis de la situación económica, en la feria de Cantón, la principal muestra de comercio exterior de China, hay récord de presencia argentina”, señaló Germán Medina, tesorero de AIM, quien estimó que las consecuencias de la medida se hará sentir crudamente en el segundo semestre. “Hoy todos quieren ser importadores, habrá que ver si luego tienen a quién venderle”, advirtió Medina en diálogo con el medio La Capital.

Santa Fe concentra el 44% de la producción de maquinaria a nivel nacional, que involucra a 17 de 19 departamentos y más de 10 mil trabajadores. En detalle, las localidades sureñas de Armstrong, Las Parejas y Las Rosas presentan más de 200 establecimientos dedicados a la fabricación de maquinaria agrícola. De esta manera, esta política aperturista se siente más en la competencia por el mercado interno que en las ventajas sobre los insumos. “El precio de la chapa básica bajó, pero no el de la prepintada ni el de otros insumos”, señalaron los directivos de AIM.

En ese marco, los productores de maquinaria agrícola deben hacerle frente a una tormenta con tres frentes: por un lado, la baja de ventas por el preocupante horizonte que impone la suba de aranceles de Donald Trump para las producciones agropecuarias y la baja global del precio de materias primas alimenticias y energéticas. Por otro, la invasión de maquinaria sobrante y obsoleta proveniente de Estados Unidos, México o Canadá, y por último, el impacto arancelario sobre agropartes (cabezales maiceros, embolsadoras, extractoras de granos) que poseen una incidencia menor en el volumen de exportaciones argentinas, pero se embarcan al mercado norteamericano.