El mercado se anticipó a lo que espera sea una fuerte sequía de dólares a partir de mañana martes y, en medio del desorden monetario que se generó por la mala praxis del equipo económico, se disparó la tasa de interés en pesos a más de 60% TNA para operaciones a un día, lo que genera mayor presión sobre el stock de deuda del Tesoro, que debe renovar más de 54 billones en las próximas semanas.
Los ahorristas, en tanto, siguen retirando los dólares de los bancos y obligaron al BCRA a enviar 51,2 millones de dólares en billetes el lunes y otros 48 millones este martes, para mantener la provisión de billetes en las sucursales y evitar que se registren escenas de clientes reclamando por los depósitos. Esas divisas quedan depositadas fuera del sistema financiero, en cajas de seguridad o “bajo el colchón” expresando la desconfianza en la gestión de la política económica.
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Las tasas de Cauciones, para operaciones en pesos a un día, llegó a 60% Tasa Nominal Anual en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) donde operan los bancos y a 64% en ByMA, en el mercado financiero, aunque el cierre retrocedieron a 47,9% y 46,1%, lo que representó una Tasa Efectiva Anual de 61,4% y 58,5%, en cada mercado.
Este descalabro en el mercado de pesos fue generado por la mala praxis del equipo económico, que dispuso el fin de las Letras Fiscales de Liquidez (LeFi) que emitía el Banco Central para administrar la liquidez del sistema, e intentó que el mercado migrara a las Lecap, para favorecer el financiamiento del Tesoro. Ese traspaso se dio en las peores condiciones que podía registrarse, primero con un exceso de liquidez que desplomó la tasa de interés a terreno negativo y favoreció una rápida dolarización de carteras que disparó el valor de la divisa tanto en el mercado oficial como en los financieros.
La intervención del BCRA tomando pases remunerados (un instrumento demonizado por el presidente Javier Milei) y el Tesoro con una licitación fuera de cronograma intentaron normalizar la liquidez del sistema pero el mercado sigue sin una referencia y se movió al sistema de cauciones para administrar la liquidez, generando una alta volatilidad intradiaria.
El equipo económico del ministro Luis Caputo y su amigo y socio en la actividad privada, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, buscaban que las LeFi se reconviertan en Lecap y esos fondos en poder del Tesoro se utilicen para comprar divisas en bloque, como alternativa a la compra de reservas que se niega a realizar el presidente Milei.
En operaciones confirmadas extraoficialmente, el Tesoro compró unos mil millones de dólares, la mayor parte proveniente de endeudamiento privado, con la idea de cumplir con la meta de acumulación de divisas comprometida con el FMI, lograr la aprobación de la primera revisión del acuerdo que habilite un desembolso de 2.000 millones de dólares y enviar una señal a los mercados internacionales.
Pero todo el descalabro del mercado en pesos viene sucediendo en la etapa de mayor disponibilidad de dólares provenientes del campo por lo que desde mañana, cuando termine la liquidación extraordinaria del campo, se espera todavía mayor volatilidad en los mercados monetario y cambiario.
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“Es esperable que la oferta del agro disminuya en las próximas semanas, no solo por una cuestión estacional, sino también porque los nuevos registros de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior fueron prácticamente nulos a partir del 1ro de julio”, advirtió el banco de inversión CMF. “Lo que está pasando con las tasas, no es solamente por la salida de las LeFis, que fue un ingrediente más y mostró claramente la falta de coordinación entre el Banco Central y los bancos privados”, evaluó el analista Christian Buteler. “El nuevo esquema monetario, de tasa exógena, generalmente termina provocando alta volatilidad y es lo que estamos viendo”, señaló.
“Habrá que ver primero si se encuentra un equilibrio estable durante un tiempo y, segundo, a que el nivel de tasas se encuentra ese equilibrio. Creo que el mercado todavía está intentando acomodarse a esto nuevo, el resultado por ahora es claramente negativo, siguió subiendo el dólar y el Tesoro se tiene que financiar a una tasa más alta de lo que se venía financiando”, agregó el analista financiero Christian Buteler.
El incremento del dólar fue el primer reflejo del exceso de liquidez, pero también de la expectativa de falta de divisas que empezará a sentirse esta semana, y para frenarlo el BCRA gastó prácticamente toda la capacidad de intervenir en el mercado de futuro y ahora se quedó con pocas balas para seguir interviniendo.
En este contexto, el dólar oficial mayorista A3500, que se utiliza para liquidar las operaciones financieras, cerró en 1.286 pesos aunque después retrocedió hasta 1.275 pesos, mientras los dólares financieros cerraron el MEP a 1.281 y el CCL a 1.289 pesos.
Además, el Tesoro enfrenta en las próximas semanas el desafío de renovar 54 billones de pesos, ahora sin una tasa de referencia y con el mercado extremadamente atento a la capacidad de renovar los vencimientos o del proceso de dolarización que presionará la deuda no renovada. El 31 de julio, el vencimiento es por 11,15 billones de pesos; el 15 de agosto por 18,96 millones y 29 de agosto por 10,14 billones. En septiembre, el viernes 12, llega otro megavencimiento por 13,44 billones de pesos.
La buena suerte de la estabilidad cambiaria y monetaria se jugarán en cada una de esas fechas.