El 2025 está marcando un punto de inflexión en la industria financiera: los fondos tokenizados dejaron de ser un experimento para convertirse en una alternativa concreta dentro del menú de opciones para inversores sofisticados. Basados en la tecnología blockchain, estos vehículos permiten fraccionar activos tradicionales (acciones, bonos, inmuebles o commodities) en tokens digitales que pueden comprarse, venderse y auditarse en tiempo real.
Para instituciones financieras, family offices y fondos de inversión, esto significa mayor liquidez, acceso a mercados antes restringidos y reducción de costos operativos. Según un informe reciente de Boston Consulting Group, el mercado de activos tokenizados podría alcanzar los 16 billones de dólares en 2030, impulsado principalmente por fondos de inversión y deuda corporativa.
¿Qué son exactamente los fondos tokenizados?
A diferencia de los ETFs o fondos tradicionales, un fondo tokenizado utiliza blockchain para representar digitalmente las participaciones de sus inversores. Cada token equivale a una fracción del activo subyacente, lo que facilita la democratización del acceso.
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Transparencia: las transacciones quedan registradas en un libro inmutable y auditable.
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Liquidez: los tokens pueden intercambiarse en mercados secundarios 24/7.
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Accesibilidad: un inversor puede entrar con montos mucho menores que en un fondo tradicional.
Aplicaciones actuales
1. Bienes raíces
La tokenización inmobiliaria es uno de los segmentos más dinámicos. Permite que un edificio de oficinas, por ejemplo, se divida en miles de tokens, cada uno representando un porcentaje de propiedad y derecho a dividendos por renta. Esto abre la puerta a inversores que antes no podían acceder a proyectos de gran escala.
2. Fondos de deuda y renta fija
Algunas gestoras en Europa y Estados Unidos ya ofrecen fondos tokenizados de bonos corporativos y gubernamentales, donde los tokens funcionan como certificados digitales de participación. Esto reduce los tiempos de liquidación y mejora la trazabilidad de los pagos de intereses.
3. Materias primas estratégicas
Desde oro hasta litio, la tokenización de commodities permite a inversores institucionales diversificar con mayor flexibilidad, manteniendo un respaldo físico certificado.
Ejemplos concretos
En 2024, BlackRock lanzó un fondo tokenizado de renta fija en Ethereum, marcando un precedente para el sector. Asimismo, el Banco Santander y BBVA realizaron pruebas piloto en España y México para evaluar la viabilidad de tokenizar fondos de inversión tradicionales.
En América Latina, startups fintech han comenzado a ofrecer plataformas de inversión en tokens respaldados por bienes raíces o deuda privada, aunque todavía bajo marcos regulatorios en desarrollo. Este tipo de fondos ya se pueden intercambiar en plataformas de trading asentadas como Exness, que habilitan una circulación fluida y segura para el usuario.
Los retos en el camino
Si bien el potencial es enorme, los fondos tokenizados enfrentan barreras importantes:
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Regulación pendiente: muchos países aún no cuentan con un marco claro que defina la validez legal de los tokens como títulos de propiedad.
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Custodia digital: garantizar la seguridad de las wallets institucionales es un desafío técnico y operativo.
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Educación del inversor: aún persiste cierta confusión entre tokenización y criptomonedas especulativas, lo que puede frenar la adopción.
Perspectivas a futuro
El interés institucional está creciendo a pasos acelerados. Según un estudio de Deloitte, el 45% de las gestoras de activos globales planea lanzar un fondo tokenizado antes de 2027. La expectativa es que estos instrumentos coexistan con los fondos tradicionales, pero ganen terreno en nichos donde la liquidez y la trazabilidad son críticas.
Para los bancos y firmas financieras, la tokenización no es solo una moda: es un nuevo lenguaje operativo que puede redefinir la forma en que se crean, gestionan y distribuyen productos de inversión.
En un escenario de alta volatilidad global y búsqueda constante de eficiencia, los fondos tokenizados se perfilan como una de las innovaciones más prometedoras del ecosistema financiero.