En medio del castigo sobre la deuda soberana argentina, los inversores se preguntan qué va a pasar luego de la elecciones. El Gobierno se juega un pleno con la ayuda de Estados Unidos, pero, dado que ese blindaje –tal como definió el propio presidente Javier Milei—está condicionado a un resultado positivo para el oficialismo en las elecciones de octubre, el mercado comienza a hacer cuenta de lo que sucederá el día después. La imposibilidad de acumular reservas propias plantea distintas opciones, que van desde una apertura total de la cuenta capital –con salto del dólar a niveles aún incalculables—hasta una reestructuración compulsiva de bonos ante la incapacidad de hacer frente a los vencimientos.
Cuando se trata de bonos, no hay “campeones” dispuestos a comprar y, tras la espuma que generó el apoyo discursivo de la administración Trump, los precios de los títulos públicos volvieron a dejar rendimientos en valores incluso por debajo de los previos al anunció de posible auxilio del país del norte. Los empresarios e inversores reconocen que la actividad real no se condice con un escenario próspero que habilite un desembolso millonario de Estados Unidos que no termine por la canaleta de la fuga de capitales, como sucede desde que asumió La Libertad Avanza. Entre apoyos financieros, venta de títulos, aceleración de liquidación de exportaciones y otras hierbas, la dupla que integran el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, recibieron 92.000 millones de dólares, que se patinaron en menos de un año y las reservas netas siguen negativas.
Sin dólares, la pregunta es obvia: ¿cómo pagarán los próximos vencimientos? De acuerdo con los cálculos de la consultora Quantum, ante organismos multilaterales vencen capital e intereses por 2.295 millones de dólares de octubre a diciembre 2025 y 7.521 millones en 2026; en bonos y letras se suman pagos brutos de capital e intereses por 10.718 millones y de Bopreal (el invento libertario) hay vencimientos por 1.000 millones de dólares en noviembre de este año y por 2.000 millones en el primer semestre de 2026.
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Tres escenarios
Mientras el riesgo país opera por encima de las 1.200 unidades y los bonos caen a valores menores a los de un mes atrás, los brokers y consultoras empiezan a sacar cuentas de si los instrumentos soberanos tienen mayor riesgo asimétrico al alza o la baja. La sociedad Allaria., agente de Liquidación y Compensación (Alyc), principal operador de renta fija en Argentina, publicó un informe con tres posibles destinos para la deuda soberana en dólares.
Los escenarios que plantea el principal broker de renta fija argentina se basan en los resultados que pueda tener el oficialismo en las elecciones legislativas de octubre, la clave que desenmaraña la “libertad de acción” que tendrá el Gobierno para cumplir con las exigencias del establishment financiero.
El primero refiere a la posibilidad que encuentre el Gobierno de acceder al mercado voluntario de crédito, algo que parece lejano con un riesgo país por encima de los 1.200 puntos y una economía en pleno proceso de recesión. Para ello, consideró clave “un buen desempeño en las elecciones de octubre, con un caudal de votos en torno al 42-45 por ciento a nivel nacional, que otorgue respaldo social al programa de equilibrio macroeconómico”. Teniendo en cuenta esto último, el escenario base a Allaria es de acceso al mercado. En este caso, los bonos podrían entregar el siguiente retorno (tomando precios de cierre del viernes 26 de septiembre, de acuerdo con los precios detallados por la agencia financiera Bloomberg, revela una recuperación importante de los precios.
- GD29: 24%
- GD30: 24%
- GD35: 42%
- GD38: 40%
- GD41: 46%
- GD46: 47%
- AL29: 28%
- AL30: 30%
- AL35: 49%
- AE38: 49%
- AL41: 47%
El segundo escenario, intermedio, Allaria evalúa la posibilidad de que el Gobierno obtenga un desempeño regular en las elecciones legislativas (saque 35-38 por ciento a nivel nacional). “Esto, según los analistas, podría demorar el acceso al mercado de capitales, y los rendimientos podrían subir, pero los bonos se continuarían pagando sin reestructuración, con un préstamo bilateral del Tesoro americano”, señala la Alyc. En caso de que el respaldo de Estados Unidos se materialice se espera una recuperación más tímida, que no mejora mucho la curva de deuda actual de la Argentina.
- GD29: 17%
- GD30: 15%
- GD35: 15%
- GD38: 17%
- GD41: 16%
- GD46: 17%
- AL29: 19%
- AL30: 19%
- AL35: 18%
- AE38: 22%
- AL41: 15%
El tercer escenario, el que parece descontar en su operatoria el mercado, es una mala elección del oficialismo a nivel nacional. En este tercer escenario que se analiza, se asume que se detiene la mejora en la macro (las reservas vuelven a caer y se acelera la inflación) y si se obtiene un resultado negativo en las elecciones legislativas se optaría por un canje de deuda “amigable” para el mercado.
La estimación de la Alyc se hace teniendo en cuenta un canje que se realizaría sin recorte de capital ni default. Una especie de canje preventivo, con un aumento de 1 por ciento del cupón y un alargamiento del plazo de pago del capital de diez años. En este contexto, la simulación del broker anticipa un desplome de los bonos. En algunos casos, dado que ya existen bonos con precios de default, incluso podrían salir ganando con un canje, algo que parece estar descontado en los cálculos de los inversores.
- GD29: -37%
- GD30: -32%
- GD35: 13%
- GD38: 14%
- GD41: 16%
- GD46: 19%
- AL29: -41%
- AL30: -34%
- AL35: 13%
- AE38: 15%
- AL41: 10%
Esta semana la venta de bonos fue constante y se profundizó una desconexión a lo largo de la curva: los cortos (con vencimientos en los años 29 y 30), que maduran en gran medida dentro de esta administración, aguantaron relativamente mejor, mientras que los largos (con vencimientos en los años 35, 38, 41, 46) concentraron el golpe. Los bonos CER se debilitaron de forma generalizada y la actividad se volcó a dólar-linked, que representaron cerca del 75 por ciento del volumen (mayormente D31O5). “Probable intervención oficial dirigida a absorber demanda de cobertura ante menor ‘poder de fuego’ en futuros”, detalla la consultora Adcap.