Crisis por los aranceles: el riesgo país se descontrola y anticipa la crisis de la industria

El riesgo país es un indicador que mide la probabilidad de que un país no pague su deuda. Este riesgo afecta a las inversiones y al comercio internacional.  

04 de abril, 2025 | 15.57

La aplicación de aranceles a las importaciones por parte de los Estados Unidos, que también incluye a los productos argentinos, afecta a la industria local. El desplome en los mercados anticipándose a ese efecto impactó duramente en el riesgo país argentino. El indicador, medido por el JP Morgan, se ubicó este viernes en torno a los 950 puntos. El riesgo país es un indicador que mide la probabilidad de que un país no pague su deuda. Este riesgo afecta a las inversiones y al comercio internacional.

Este instrumento empezó a utilizarse desde principios de los '90. El mismo surgió con la finalidad de que se pueda conocer el nivel de "peligro" que representa prestarle dinero a gobiernos o empresas privadas de diferentes países del mundo y, en función de eso, se determina la tasa de interés.

Mide la sobre tasa --es decir, la tasa extra-- que pagan los bonos de otros países respecto de los títulos del Tesoro estadounidenses, considerados "libres de riesgo". Es así que si los bonos del EEUU rinden un 4%, con un riesgo país argentino como el actual,  Argentina debería ofrecer en el mercado bonos que rindan casi un 20% en dólares

La suba del riesgo país refleja una mayor desconfianza y un menor interés de los inversores por Argentina, lo que se refleja en una menor demanda de los bonos argentinos. Esto empeora el rendimiento de estos títulos y, por comparación, de las condiciones crediticias privadas. 

Para las empresas es decisivo bajar el costo del financiamiento para conseguir crédito para crecer o tomar deuda y cubrir vencimientos previos. Este empeoramiento de las condiciones crediticias globales es un punto clave para el financiamiento privado.

En el Gobierno estimaban que para que las empresas y el Gobierno (con bonos) pueda volver a tomar deuda y refinanciar sus vencimientos, como hacen todos los países del mundo, el riesgo país debería volver a tocar los 450 puntos para emparejarse con la región. Este viernes duplicó ese valor.

Para qué sirve

Una tasa tan alza se traduce en mayores intereses que paga un país por su deuda y es también un factor a tener en cuenta para las empresas exportadoras. Por lo tanto, además de determinar las tasas que se deben pagar al tomar deuda en los mercados financieros internacionales, sirve como referencia para bancos e inversores internacionales para guiarse al momento de prestar dinero y conocer cuál es la probabilidad de que el emisor del crédito caiga en default.

Entre más elevada sea la cifra que esté marcando el riesgo país, peor es su calificación de deuda y más alta será la tasa de interés que los deudores o potenciales emisores pertenecientes a un determinado país deberán pagar por sus créditos en los mercados internacionales.

Cómo se mide

Para realizar esta medición, JP Morgan toma el rendimiento que estén mostrando los títulos de deuda de un determinado plazo de vencimiento (ejemplo, a diez años) y lo compara con el rendimiento que esté otorgando un bono del Tesoro estadounidense que tenga el mismo plazo de vencimiento.

En general, para medir el riesgo y la capacidad de pago, las calificadoras tienen en cuenta varios factores. Entre ellos, la situación económica general del país, en donde pesan algunas variables como el déficit fiscal, el crecimiento, la apertura comercial, entre otras. También se tienen en cuenta factores políticos, sociales e institucionales.

Cómo impacta una suba

Una de las principales consecuencias de tener un riesgo país alto es, debido a la elevada tasa de interés que le corresponde en dólares, la dificultad para el sector público y privado de tomar deuda en el exterior, lo cual en muchos casos es necesario para financiar proyectos e impulsar el crecimiento o afrontar crisis.

Asimismo, además de ser catalogado como un posible incumplidor en sus obligaciones financieras, puede influir también negativamente en la llegada de futuras inversiones extranjeras al país, lo cual también contribuye en el crecimiento y en la creación de puestos de trabajo.